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ACTUALIZADo 29 dE JULIo de 2009

¡Qué interesantes son los niños pequeños!
Prof. Christian Cazabonne
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Los niños están ahora más atentos a lo que sucede a su alrededor y a las personas que los rodean y juegan con ellos. (FOTO NADEL HERNÁNDEZ)

La edad más interesante de los niños pequeños es entre los cuatro y cinco meses de nacidos. A esa edad miden alrededor de 64 centímetros y suelen pesar 6 kilos 800 gramos; pero si pesan o miden un poco más, no es motivo de preocupación, eso es normal.

En esos meses, los niños dominan mejor sus músculos, lo que les permite irse valiendo por si mismos para moverse con mayor seguridad. Ya puede voltearse y si están acostado, colaboran si intentamos llevarlos a la posición sentado, tomándolos por el brazo. Así mismo pueden permanecer semisentados por largos períodos de tiempo, lo que les da oportunidad de ver las cosas desde distintas direcciones.

Es entonces cuando los niños afianzan aún más el movimiento conjunto de sus ojos y sus manos que se comenzó a establecer a los tres meses de nacidos. Es así como los niños pueden agarrar un juguete en cada mano y golpearlos, uno contra otro, para producir un sonido con el que disfrutan enormemente al darse cuenta que este sonido es originado por ellos.

Otra manera como los niños disfrutan es jugando a las escondidas y si sus padres juegan con frecuencia con ellos, se ve como van adelantando y progresando con rapidez; esto ayuda a los padres a establecer con ellos una relación más estrecha y los están ayudando en su desarrollo intelectual.

Los niños están ahora más atentos a lo que sucede a su alrededor y a las personas que los rodean y juegan con ellos. Reconocen a los miembros de la familia, pero sin embargo la madre sigue siendo el centro de atención para ellos.

Cuando están tranquilos y contentos pronuncian sílabas y cada vez lo hacen con mayor claridad, por ejemplo: usan sonidos como pa, ma, ba, tan, bu y los repiten una y otra vez con mucho placer. Los padres deben repetírselos y hacer de esto un juego encantador.

Es necesario tener presente que educar a un niño no sólo constituye una responsabilidad para atenderlo en sus necesidades, sino que es también fuente inagotable de satisfacción para aquellos que lo hacen. No hay que olvidar recompensar al niño con besos y caricias cada vez que logre la conducta deseada.

El niño se mantiene de pie bastante si se le sostiene por debajo de los brazos y puede hacer movimientos de sube y baja con todo su cuerpo, o golpear, con uno y otro pie, la mesa o superficie firme y lisa donde está apoyado.

En esos meses ya los niños deben tener las siguientes vacunas: B.C.G. que los protegen contra la tuberculosis; tres dosis de la TRIPLE que los protege contra la difteria, la tos ferina y el tétano; dos dosis de la Antipolio que los protege contra la parálisis infantil. Para que puedan ser vacunados contra estas enfermedades, los niños no deben presentar, en ese momento, diarrea o enfermedades febriles serias.

La lactancia materna es fundamental. Esta leche tiene las ventajas siguientes:

• Es nutricionalmente superior.
• Es económica, siempre se tiene lista en el momento en que la requiere el niño, a la temperatura, cantidad y calidad adecuadas.
• Es bacteriológicamente pura, el niño la digiere fácilmente y no le produce estreñimiento.
• Es cómoda de suministrar, no requiere preparaciones complicadas, ni hay peligro de errores en su dilución.
• Contribuye al control de la natalidad y reduce la incidencia de tumores y de cáncer en el seno.
• Tiene ventajas psicológicas únicas al estrechar el vínculo amoroso y afectivo entre el niño y la madre.
• Posee todas las vitaminas y minerales conocidos que requiere el niño en su dieta, a excepción de las vitaminas D y K y de los minerales hierro y flúor, los que se deben suministrar como lo indique el médico.
• Posee sustancias que pasan a través de ella que protegen al niño contra ciertos virus y bacterias productores de enfermedades diarreicas y gastroenteritis.

Mientras la madre esté dando el pecho, debe mantener un estado nutricional adecuado. Debe evitar las comidas picantes, el excesivo consumo de café, té, bebidas alcohólicas y el uso del cigarrillo. Tampoco debe ingerir medicamentos o drogas, a menos que las haya indicado el médico.

La madre debe recordar que lo que mantiene la secreción de leche en sus pechos es la succión constante del niño, así, mientras menos se los ofrezca, menos leche produce.

El niño debe completar su alimentación con leche entera, cereales, jugos de melón, mango y naranja; compotas de frutas y sopa de apios, entre otras cosas.

e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr

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