Obama y Medvedev acordaron el tránsito de material y militares norteamericanos en Afganistán a través de Rusia. (FOTO Ansa)
Entre los documentos firmados hay un acuerdo marco que indica los objetivos de las negociaciones nucleares
MOSCU.- Los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Dmitri Medvedev y Barack Obama, anunciaron hoy en Moscú un acuerdo histórico para reducir las cabezas nucleares y los vectores, y aceptaron que tienen diferencias respecto del proyecto de escudo espacial, aunque coincidieron en entablar negociaciones.
"Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos anduvieron durante un cierto período a la deriva", dijo Obama en conferencia de prensa conjunta con Medvedev. Y agregó: "Hemos decidido relanzar estas relaciones. En el transcurso de seis meses es exactamente lo que hemos hecho".
Precisamente, el nuevo curso de las relaciones entre Washington y Moscú comenzó con la firma de una serie de acuerdos bilaterales en el Kremlin, seguida por cuatro horas de conversaciones intensas entre los dos mandatarios. De este modo, los presidentes dieron fuerza a la nueva era ruso-norteamericana que quieren iniciar.
Entre los documentos firmados hay un acuerdo marco que indica los objetivos de las negociaciones nucleares: reducir las cabezas nucleares a entre 1.500-1.675, y los vectores a entre 500-1.100, en un período de siete años, cuando rija el tratado que sustituirá al Start, de limitación de armas estratégicas, que vencerá el 5 de diciembre.
El "techo" fijado para las cabezas nucleares y vectores concierne a cada uno de los países y será definido con precisión mayor en negociaciones próximas.
Según las publicaciones más recientes del Bullettin of Atomic Scientists, de Estados Unidos, ese país tiene 2.200 cabezas nucleares, y Rusia cerca de 2.790. El mandatario ruso logró obtener una victoria importante que consiste en una relación clara entre estas reducciones de armas ofensivas y el escudo misilístico. Sin embargo, el presidente Obama, al ratificar que el escudo apunta a servir de protección a la "amenaza misilística" de países como Corea del Norte e Irán, se declaró convencido de la posibilidad de encontrar con Moscú una solución de compromiso que tenga en cuenta la necesidad de utilizar el escudo pero también las precauciones rusos relativas al perjuicio que podría recibir por el disuasivo nuclear.
El proyecto de escudo prevé instalar misiles interceptores en Polonia y una estación de radar en la República Checa, lo que para Rusia altera los "equilibrios" existentes.
En tanto, Obama y Medvedev acordaron el tránsito de material y militares norteamericanos en Afganistán a través de Rusia, con 4.500 vuelos anuales sin impuestos. El acuerdo permitirá a Estados Unidos ahorrar hasta 133 millones de dólares anuales y diversificar las rutas de reaprovisionamiento en la nueva ofensiva contra los talibanes.
En cuanto al escudo antimisilístico, los dos presidentes encargaron a una comisión de especialistas de sus países analizar juntos los riesgos balísticos actuales y preparar recomendaciones adecuadas para proseguir la negociación.
Además, ambos presidentes se pusieron personalmente al frente de una comisión para la cooperación bilateral en 13 campos, entre ellos la energía nuclear, la seguridad nuclear, el control de armamentos, la seguridad internacional, la lucha contra el terrorismo y la droga, la tutela del ambiente, la ciencia y el espacio.
Obama y Medvedev acordaron igualmente retomar actividades militares comunes suspendidas desde agosto de 2008 después de la guerra entre Moscú y Tbilisi por Osetia del Sur. Pero también se plantearon problemas donde las posiciones de Estados Unidos y Rusia se muestran por el momento irreconciliables, uno de los cuales es Georgia.