En 1576 fue acusado de desviarse en la doctrina religiosa
Giordano Bruno (Nola, Nápoles, 1549 - Roma,17 de febrero de 1600). Su nombre de nacimiento era Filippo Bruno. Estudió en Nápoles –1562– especializándose en humanidades y dialéctica. A la edad de 16 años, en 1565, ingresó a la Orden de los Dominicos, donde se dedicó al estudio de la filosofía aristotélica y la teología de Santo Tomás de Aquino (Tomismo). Ese mismo año cambió su nombre por el de Giordano. Enfrentado desde muy pronto a la jerarquía eclesiástica será perseguido por la inquisición y encarcelado (1593) durante ocho años, entonces será acusado de blasfemia, herejía e inmoralidad -principalmente por sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares -y especialmente el heliocentrismo y sobre la infinitud del universo- para finalmente ser condenado por herético, impenitente, pertinaz y obstinado a la hoguera en la que murío quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, Roma. Se considera un iniciador de la filosofía moderna. Tuvo influencia en el filósofo holandés Baruch Spinoza.
El comienzo de la controversia
Sus problemas comenzaron durante su adoctrinamiento, al rechazar tener imágenes de santos, aceptando sólo el crucifijo. En 1566 tuvo lugar el primer procedimiento en su contra por sospechas de herejía. Dicho proceso no prosperó y, en 1572, fue ordenado como sacerdote dominico en Salerno y pasó al estudio de Santo Domingo Mayor, recibiendo en 1575 el título de Doctor en Teología de la Orden.
En 1576 fue acusado de desviarse en la doctrina religiosa y tuvo que abandonar la orden, huyendo a Roma, donde consiguió asilo en el Convento de Santa María, en Minerva. Después de viajar por Italia y Francia llegó a Ginebra. Allí abandonó los hábitos.
Su paso por el Calvinismo
En Ginebra, Juan Calvino había instaurado una república protestante, doctrina a la que adhirió Bruno, pero con la cual también se pronunció en disconformidad.
En una ocasión publicó y distribuyó un panfleto acusando a Calvino de cometer 20 errores en una lectura. Por este motivo fue hecho prisionero hasta que se retractó y abandonó el Calvinismo bajo la acusación de coartar la libertad intelectual.
Se trasladó a Francia donde, luego de varios tropiezos por la guerra religiosa, fue aceptado por Enrique III como profesor de la Universidad de París en 1581.
En esta etapa de su vida publicó sus dos primeras obras: “Las Ideas Humanas” y “Cantos Circenses”.
En 1583 viajó a Inglaterra, tras ser nombrado Secretario del embajador francés Michel de Castenau. Allí se convirtió en asiduo concurrente a las reuniones del poeta Philip Sydney.
Enseñó en la Universidad de Oxford la nueva cosmología copernicana atacando las ideas tradicionales.
Después de varias discusiones abandonó Oxford. Sus escritos más importantes son De umbris idearum, de 1582; La cena de las cenizas, Del universo infinito y los mundos y Sobre la causa, el principio y el uno, las tres últimas escritas en 1584. En 1585 escribió Los furores heroicos donde, en un estilo de diálogo platónico, describe el camino hacia Dios a través de la sabiduría.
Ese mismo año regresó a París con el embajador, para luego dirigirse a Marburgo, donde dio a la prensa las obras escritas en Londres. En Marburgo retó a los seguidores del aristotelismo a un debate público en el College de Cambrai, donde fue ridiculizado, atacado físicamente y expulsado del país.
Durante los siguientes 5 años vivió en diversos países protestantes donde escribió muchos trabajos en latín sobre cosmología, física, magia y el arte de la memoria (siendo uno de los grandes representantes de la tradición hermética). Llegó a demostrar, aunque por métodos falaces, que el Sol es más grande que la Tierra.
En 1586 expuso sus ideas en la Sorbona y en el Colegio de Cambray y enseñó Filosofía en la Universidad de Wittenberg.
En 1588 viajó a Praga donde escribió artículos dedicados al embajador de España y a Rodolfo II. En 1590 se dirigó al Convento de las Carmelitas en Fráncfort y Zurich, Alemania. Ahí escribió sus poemas.
El comienzo del fin
El proceso de Giordano Bruno a cargo de la Inquisición romana. Relieve de bronce por Ettore Ferrari (1845-1929), Campo de' Fiori, Roma.
A instancias de Giovanni Moncenigo, noble veneciano, regresó a Italia. Moncenigo se convierte en su protector, para impartir cátedra particular.
El 21 de mayo de 1591, Moncenigo traicionó a Bruno entregándolo a la Santa Inquisición. El 27 de enero de 1593 se ordenó el encierro de Giordano Bruno en el Palacio del Santo Oficio, en el Vaticano. Estuvo en la cárcel durante ocho años mientras se disponía el juicio –bajo el tribunal de Venecia–, en el que se le adjudicaban cargos por blasfemia, herejía e inmoralidad; principalmente por sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y sobre la infinitud del universo. Durante la ocupación napoleónica se perdieron la mayoría de los folios de ese juicio.
El proceso fue dirigido por Roberto Belarmino, quien posteriormente llevaría el similar proceso contra Galileo. En 1599 se expusieron los cargos en contra de Bruno. Las múltiples ofertas de retractación fueron desestimadas.
Finalmente, sin que se tenga conocimiento del motivo, Giordano Bruno decidió reafirmarse en sus ideas y el 20 de enero de 1600 el Papa Clemente VIII ordenó que fuera llevado ante las autoridades seculares.
El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado. Es famosa la frase que dirigió a sus jueces:"Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla". Fue expulsado de la Iglesia y sus trabajos fueron quemados en la plaza pública.
Durante todo el proceso fue acompañado por monjes de la Iglesia. Antes de ser ejecutado en la hoguera uno de ellos le ofreció un crucifijo para besarlo pero Bruno lo rechazó, diciendo que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso. Fue quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, Roma.
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