Sus hojas están compuestas de cinco a ocho pares de hojuelas lampiñas

La clavellina o clavellino es un arbusto perteneciente a la familia de las Leguminosas, subfamilia de las Caesalpiniceas.

Las dos variedades que conocemos, distinguidas con las denominaciones vulgares de colorada y amarilla, aunque la primera participa de este color casi tanto como del rojo-lacre. Alcanza una altura de tres a cuatro metros, y tiene el tronco sembrado de puntas grandes y apareadas.

Sus hojas están compuestas de cinco a ocho pares de hojuelas lampiñas, aovadas al revés o elípticas, con un estilete en el extremo; flores terminales en corimbo; pedúnculos propios, muy largos; fruto legumbre comprimida, con siete o más semillas fijas en la antera superior, y separadas entre sí por istmos carnosos. Florece en casi todos los meses.

• La amarilla tiene propiedades hemostáticas que, tomada en cocimiento o mezclada en cualquiera poción o jarabe una cucharada del zumo de sus abundantes flores o de la tintura preparada por ocho días de maceración de ellas molidas, con mayor peso de alcohol de 30 a 45°, colando después con expresión y filtrando de nuevo el producto, contiene los vómitos de sangre por copiosos, violentos y rebeldes que sean, y presta igualmente servicios en la emisión de sangre por las narices, y en cualquiera otra hemorragia.
• Se ha visto hacer verdaderos prodigios en las hematomesis, en las metrorragias y en la hemotisis, si bien para esta última se toma siempre asociada a la tintura o al cocimiento concentrado de flores de majagua hedionda (Cassia occidentalis) a partes iguales, o dos partes de ésta para una de flores de clavellina, o viceversa.
• La infusión de las hojas es un febrífugo muy activo.
• Se recomiendan en general como pectorales, dándose con frecuencia en tal concepto el cocimiento de sus flores, y especialmente él de la colorada, contra el asma.
• Luego de dos años de experimentar con ratones de laboratorio, el químico farmacéutico Germán Eduardo Matiz comprobó las atribuciones que la sabiduría popular le ha dado a un arbusto llamado Clavellino (Cesalpinia pulcherrima) para contrarrestar el dolor y la inflamación que genera la artritis reumatoidea en los pacientes afectados.
• Además de sus propiedades medicinales, se cultiva por la hermosura, duración y abundancia de sus flores. Los muchachos comen las semillas crudas.

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