El Papa explicó que antes que nada "es necesario derribar los muros" que se construyen en los corazones. (FOTO ANSA)
En el campo de refugiados palestinos de Aida, donde viven unas 5.000 personas, el Pontífice instó al fin "de las hostilidades"
BELEN.- El papa Benedicto XVI condenó el levantamiento del muro que Israel construye alrededor y dentro de Cisjordania, durante su visita a Belén, y expresó el apoyo del Vaticano al "derecho a una patria palestina soberana en la tierra de sus antepasados".
"He visto el muro que se introduce en vuestros territorios, separando a los vecinos y dividiendo a las familias, rodeando el vecino campo y escondiendo mucha parte de Belén", aseveró el Papa.
En el campo de refugiados palestinos de Aida, donde viven unas 5.000 personas, el Pontífice instó al fin "de las hostilidades" que llevaron a la construcción de la valla y afirmó que "es trágico ver que todavía se levanten muros".
"Detrás de nosotros, mientras estamos aquí reunidos, está la dura toma de conciencia del punto muerto en que parecen haber llegado los contactos entre israelíes y palestinos: el muro", dijo Benedicto XVI antes de concluir lo que calificó como "uno de los días más memorables".
El Papa explicó que antes que nada "es necesario derribar los muros" que se construyen en los corazones, y lanzó un renovado llamado a la "apertura y a la generosidad de espíritu" para que "se ponga fin a la intolerancia y a la exclusión".