El embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Robert Callahan, luego de los ataques de simpatizantes del Frente Sandinista el pasado 29 de Octubre a la sede diplomática en Managua, dio declaraciones por primera vez sobre esos sucesos violentos y dijo que no tienen justificación. Callahan se manifestó a favor de la protesta pacífica pero sin “violencia”.

“La ciudadanía tiene todo el derecho de expresarse contra lo que no está de acuerdo, creemos que todo el pueblo tiene derecho a manifestarse pero de forma pacífica”, dijo Callahan al referirse al ataque a la sede de la embajada norteamericana.

No es rechazo a presencia política de EE.UU.

Señaló que los que agredieron la sede de la embajada de EE.UU. ““Son grupos particulares, no es la nación nicaragüense, había como 500 personas y no fue un rechazo enorme a nuestra presencia y política”, afirmó.

El diplomático quien fue objeto de presiones de simpatizantes del partido sandinista, por su presencia en la Universidad Centroamericana UCA hace algunos días, donde iba a dictar una conferencia, dijo que tiene buenas relaciones con organismos civiles del país. “Hay lazos muy fuertes que nos unen con los nicaragüenses como el medio millón de personas que reside en los Estados Unidos”, agregó.

El diplomático norteamericano reapareció ayer en un Hotel capitalino con delegados del Cuerpo de Paz de esa nación en una exposición de estudiantes de varios centros educativos sobre negocios.

Callahan había opinado sobre un fallo judicial

La sede de la Embajada de los Estados Unidos en Managua fue atacada por fieles aliados del presidente Ortega luego que el embajador Callahan se refiriera en un almuerzo de la Asociación nicaragüense americana, Amchan , en la cual calificó de inadecuado un fallo de la Corte Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, que resolvió a favor de la reelección del Presidente Ortega que estaba prohibido por la norma Constitucional.

El gobierno parece no esta dispuesto a permitir que diplomáticos y extranjeros opinen sobre asuntos de política interna del país. En el pasado los embajadores Paul Trivelli y Oliver Garza expresaban opiniones sobre la situación política del país pero no tenían repercusión alguna ya que había identificación total a la política exterior norteamericana de parte de los gobiernos liberales. Ahora en Nicaragua hay un gobierno que cuestiona la política estadounidense y esta alineado a la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA, que lidera el presidente venezolano Hugo Chávez Frías pero que mantiene relaciones con todos los países del planeta incluyendo los Estados Unidos.