Autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, de nuestras virtudes, errores, manera de ser y de la imagen que proyectamos
¡Para todo!, ¿Cómo podríamos alcanzar metas, ganado el respeto de los demás y llegar a amar el semejante si no somos capaces de valorarnos como personas?. Como mujeres u hombres, como niños, jóvenes, adultos y ancianos; como ciudadanos, padres, madres, estudiantes, trabajadores..., todos somos importantes ya que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la sociedad donde vive.
Autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, de nuestras virtudes, errores, manera de ser y de la imagen que proyectamos. Ella parte del principio de que todos tenemos las mismas potencialidades para el logro de las metas deseadas. Todos somos capaces de todo si nos lo proponemos. La autoestima nos permite ser independientes, espontáneos, constantes, optimistas, seguros, luchadores, creativos, libres, comunicativos, inmunes a las presiones de grupos, naturales, auténticos, dignos y actuar sin temor ni sentimientos de culpa, sin miedo a expresar nuestros sentimientos y por sobre todo sin temor a ser uno mismo.
Quien se aprecia a si mismo es capaz de reconocer sus cualidades y las realza sin olvidar reconocer sus defectos, a los cuales corrige.
La autoestima se fomenta en el hogar, la escuela, con los amigos, en el trabajo, la calle, y sitios de recreación. Pero por estas personas y en estos mismos lugares, puede verse severamente comprometida. Por ejemplo: sacar buenas notas en la escuela, graduarse, encontrar empleo, casarse, recibir un elogio o un regalo; la favorece. En tanto reprobar un examen, ser despedido del trabajo, violado, el divorcio, recibir un regaño, insulto o una golpiza; la deprimen. Podemos deducir que la autoestima, la comunicación y las relaciones humanas están íntimamente ligadas, ellas intervienen en todas las actividades del hombre.
Muchos de los problemas que afectan a nuestro país son consecuencia de la baja autoestima que en los últimos tiempos presenta el venezolano. La corrupción, prostitución, homicidios, promiscuidad, el alcoholismo, narcotráfico, suicidios, tasa de embarazo precoz, niños de la calle; son algunos de ellos.
Quien se aprecia, no puede ni siquiera imaginar verse envuelto en hechos que atenten contra la moral y las buenas costumbres, no puede enriquecerse a expensas de la desgracia ajena, no ofrece su cuerpo para que sea usado como un objeto, no echa a sus hijos a la calle, no abusa de la buena fe de las personas y menos va a atentar contra su propia vida o la ajena.
Quien se quiere a sí mismo, sabe lo que vale, se siente seguro, afronta los problemas con la certeza del triunfo, es digno, respetuoso, equilibrado, valora a los demás, se acepta y confía en sus capacidades.
Cultivemos la autoestima, propia y ajena, ¿Cómo? Siendo perseverantes, pacientes, justos, honestos, estudiosos, trabajadores, crecer como un enorme árbol de hermosas flores y dulces frutos en la conciencia de cada uno de nosotros.
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