Juanita Castro, Hermana del ex presidente de Cuba Fidel Castro y actual presidente Raúl Castro. (FOTO cortesia)
Según señala Juanita Castro en un libro que ella elaboró
WASHINGTON.- Juanita Castro, una de las hermanas de los líderes cubanos Fidel y Raúl Castro y desde 1964 una de las principales voces de la oposición en el exilio al gobierno de La Habana, reveló por televisión que mantuvo "una larga relación" con la CIA, los servicios secretos externos estadounidenses.
La confesión formó parte de una intensa campaña previa a la publicación de su libro de memorias, "Mis hermanos Fidel y Raúl: la historia secreta", a la venta desde hoy, y tuvo lugar durante una emisión del canal hispano estadounidense Univisión. Para mantener la intriga, la emisora difundió en la noche del domingo apenas poco más de seis minutos de la entrevista que le hizo la periodista María Antonieta Collins, co-autora del libro. El resto de la charla se pondrá en el aire en otros breves segmentos en los próximos días. Collins y Castro eligieron los lazos con la CIA, que calificaron como "el gran secreto", para iniciar la serie de notas y darle un impulso fuerte a la venta del volumen.
De todas maneras, Juanita Castro no dio mayores precisiones sobre sus contactos con el espionaje norteamericano, y Collins se limitó a decir que el contacto llegó a través de "una persona cercana a Fidel y a ella" y que significó el comienzo de "una larga relación con el archienemigo" del líder revolucionario. El contacto, contó la mujer, de 76 años, "me dijo que traía una invitación de la CIA, que ellos querían hablar conmigo, porque tenían cosas interesantes que decirme, y cosas interesantes que pedirme". Le preguntó, añadió, "si estaba dispuesta a correr ese riesgo, si estaba dispuesta a oírlos a ellos".
"Yo me quedé medio shockeada pero, de todas maneras, le dije que sí", admitió.
Juanita Castro abandonó Cuba pocos días después de la muerte de su madre, Lina Ruz, en agosto de 1963. Durante la entrevista se mostraron crudas imágenes de fusilamientos a cargo de pelotones revolucionarios, mientras se explicaban los motivos que llevaron a Castro a alejarse de sus hermanos y su dirección política.
En junio de 1964, Raúl Castro le entregó a su "hermana favorita" una visa para México, para que pudiera escapar del enojo de Fidel. Allí se reunió con Emma, otra de las hermanas Castro, y pocos días después declaró públicamente su ruptura con el gobierno revolucionario, iniciando su campaña desde la oposición.