Cada dos semanas desaparece un idioma del planeta
En el mundo al aparecer no sólo la especie animal está en peligro de extinción, sino también los 6,700 lenguajes que existen actualmente en el planeta de los cuales se prevé desaparecerán a finales del presente siglo, advirtió un organismo.
La muerte de un idioma es equivalente a lo que en biología sería la muerte de una especie. Los biólogos y naturalistas se alarman, cada vez que desaparece una especie, y tienen razón, porque con ella desaparecen todas las posibilidades de regeneración celular, elaboración de antídotos y medicinas, alimentos únicos, cadenas de ADN imposibles de clonar y que tardaron millones de años en perfeccionarse, y eliminación de la biodiversidad.
Por tanto, si una lengua se pierde, se perderían los modos de entender y organizar el mapa mental del mundo, así también los rituales, las artes escénicas y la artesanía de las culturas.
Con la muerte de una dialecto “muere toda una tradición de pensamiento, los rastros de una cultura que fue lo suficientemente fuerte como para generar las estructuras lingüísticas y el léxico necesario para construir un universo mental, un sistema de comunicación creado, compartido y consensuado por la comunidad de hablantes, una visión única e irrepetible del mundo, unas reglas de comunicación y convivencia que nunca más podrán ser exploradas ni compartidas. Es como si de un único cerebro mundial, compuesto por tantas neuronas como hablantes, estuviera siendo trepanado y se le amputaran la mitad de sus neuronas”, señala, Enrique Páez, de la Red Internacional de Cuentacuentos, a través de una nota de prensa.
¿Por qué desaparece una lengua?
El organismo señaló que la primera razón, por la cual desaparecen los idiomas, es la muerte de todos sus hablantes, producto de guerras y genocidios, o debido a epidemias imparables, como las que se extendieron en América en las poblaciones indígenas a raíz de la llegada de los españoles, o debido a catástrofes naturales que acaban con todo el conjunto de hablantes.
La muerte de una lengua, en esos casos, va unida a la muerte de toda una raza, a la desaparición física de todos sus hablantes.
Otro factor es las invasiones culturales que pueden afectar a la actitud de los hablantes hacia su propia lengua. Sucede cuando una comunidad entra en contacto con otra de lengua diferente, de economía más fuerte y de cultura más agresiva y excluyente.
Si al factor económico se añade el político, hay una sentencia de muerte sobre la lengua amenazada. Bolivia, por ejemplo, tiene el doble de diversidad lingüística que toda Europa, ya que cuenta con 37 lenguas y ocho familias lingüísticas.
Lenguas desaparecidas
Según los datos de la Red Internacional de Cuentacuentos, cada dos semanas desaparece un idioma, debido a la muerte de su último hablante.
La lengua de Manx en la isla de Man, se extinguió en 1974 cuando con 97 años murió Ned Maddrell. La lengua Eyak, de Alaska, desapareció en 2008 cuando murió Marie Smith Jones con 89 años.
El idioma zoque, del pueblo de Ayapán, en el estado suroriental de Tabasco, México, solo tiene dos hablantes vivos: son dos ancianos que están peleados entre sí, y que han dejado de hablarse hace pocos años.
Los lenguajes que corren mayor riesgo son las que están más desprotegidas “con menor número de hablantes, desprestigiadas por las culturas dominantes, y que se hablan en entornos donde la economía y el apoyo gubernamental es más débil”, señala el comunicado.
Esto ocurre por desgracia con varios miles de lenguas de América central, Sudamérica, África y Asia.