La "dependencia de Internet" no fue aún reconocida oficialmente por la Asociación Psiquiátrica Americana. (FOTO CESAR PÉREZ)
WASHINGTON.- La dependencia de Internet puede destruir la vida de una persona, del mismo modo que sucede con el alcohol o la droga.
Lo saben muy bien los fundadores del primer centro creado en Estados Unidos para tratar a personas que buscan librarse de esta forma de obsesión, en la ciudad de Seattle, estado de Washington.
La dependencia de Internet puede tomar formas diversas: existen los frecuentadores maníacos de chat rooms, están también los que pasan horas y horas frente a los videojuegos (a menudo on line porque son interactivos), existen incluso los que exageran con Twitter y con el envío obsesivo de e-mails y quienes no pueden salir del universo de Facebook.
Las consecuencias pueden ser en todos los casos devastadoras y entre ellas figuran la pérdida de puestos de trabajo, el deterioro de las relaciones familiares, la falta de alimentación o sueño adecuados e incluso el olvido de la higiene.
"Comencé con los videojuegos: primero un par de horas por día seguidas de un aumento exponencial hasta llegar a 16 horas diarias. Mi vida se arruinó", admitió uno de los asistentes al centro ReSTART.
El programa del centro -que prevé una permanencia de 45 días- se basa en una mezcla de sesiones de psicoterapia y de conversaciones con especialistas, acompañada por una vida simple y lo menos tecnológica posible que incluye trabajos manuales en el jardín de la propiedad, ejercicios físicos al aire libre y la prohibición absoluta del acceso a la computadora.
La "dependencia de Internet" no fue aún reconocida oficialmente por la Asociación Psiquiátrica Americana, como ocurre en cambio con el alcohol o la droga, y esta situación impide a los pacientes obtener de las aseguradoras de salud el reembolso de gastos médicos.