Zelaya dice que no ha establecido contacto con Micheletti. (FOTO Ansa)
Califica atentado como hecho alevoso
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, calificó de "un ataque alevoso" el desalojo de manifestantes que lo apoyaban en las afueras de la embajada de Brasil, donde se encuentra refugiado desde el lunes, tras llegar sorpresivamente a Tegucigalpa.
"En uno de los recintos cercanos a la embajada hay 300 prisioneros, que los detuvieron en la mañana. Hay nueve heridos en el hospital y se habla de personas desaparecidas y no sabemos si están muertos", declaró al vespertino La Segunda, que lo contacto al mediodía de hoy.
"Este fue un ataque alevoso -continuó Zelaya- que se hizo contra la embajada donde tiraron bombas lacrimógenas encima de la gente que estaba afuera y dentro".
El mandatario, que fue derrocado el 28 de junio por un golpe de estado encabezado por Roberto Micheletti, dijo que con su retorno "promuevo la paz, el diálogo, la democracia. Promuevo las acciones que tienen que ver con estos principios".
Relató que no había conversado con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula antes de su decisión de refugiarse en la embajada de ese país en Honduras.
"No, hasta que nosotros estábamos aquí en Tegucigalpa nos acercamos a la embajada de Brasil y nos comunicamos telefónicamente con el canciller Celso Amorim y los demás miembros de la embajada y con el presidente Lula, desde luego".
Añadió que no ha establecido contacto con Micheletti porque "ellos hasta el momento han negado la comunicación" y precisó que "en cuanto al diálogo, lo que hemos recibido son balazos y bombas, realmente es grave la situación".