El mandatario brasileño comentó que el acuerdo con Francia, el mayor pacto militar formalizado por este país. (FOTO Ansa)
Comprarán submarinos
BRASILIA.- El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, afirmó que la alianza estratégica acordada con su colega francés, Nicolás Sarkzoy, que incluye la compra de submarinos, garantizará la seguridad de las reservas de petróleo, al tiempo que anunció la posible compra de cazabombarderos. "Esta alianza en el área de defensa es muy importante, es extraordinaria" para garantizar la "soberanía" y la seguridad de la "riqueza petrolera" descubierta en los dos últimos años en el litoral atlántico, donde se estima que yacen unos 50.000 millones de barriles de crudo, afirmó Lula.
Lo dijo durante un discurso pronunciado junto a Sarkozy en el Palacio de Alvorada, residencia presidencial en Brasilia.
Lula y Sarkozy mantuvieron una reunión en la sede presidencial y antes participaron del desfile cívico militar por el 187 aniversario de la Independencia de Brasil, en la Explanada de los Ministerios, principal avenida de la Capital Federal, Brasilia.
"Brasil es un país que se destaca por su vocación pacífica", pero "sabemos que el petróleo ya fue motivo de muchas guerras y muchos conflictos, y nosotros no queremos ni guerras ni conflictos", declaró Lula da Silva.
El mandatario brasileño comentó que el acuerdo con Francia, el mayor pacto militar formalizado por este país desde la segunda mitad del siglo XX, es visto con aprehensión por algunos sectores o países.
"Puede ser que haya gente que no quiere esta buena alianza entre Brasil y Francia", señaló Lula durante un tramo improvisado de su alocución.
La compra de 5 submarinos Scorpene, 4 convencionales a diésel y uno propulsado a energía nuclear, y 50 helicópteros Cougar de transporte militar Cougar EC 125, insumirá cerca de 8.500 millones de dólares. Lula además comunicó su intención de adquirir 36 cazabombarderos Rafale, fabricados por la empresa francesa Dassault. El anuncio confirmó rumores de los últimos días sobre la opción brasileña por los aviones franceses que competían en una licitación con los norteamericanos Super Hornet, construidos por la Boeing, y los Gripen, de la compañía sueca Saab.
El canciller brasileño Celso Amorim explicó hoy que la "posible" elección de los aviones franceses se motiva en que la empresa Dassault cederá la tecnología con la cual Brasil podrá construir posteriormente más naves y venderlas al mercado regional.
La asociación con Francia se realiza en paralelo con la implementación de la nueva Estrategia Nacional de Defensa, aprobada el año pasado por Lula.
Ese organigrama militar revisó las hipótesis de conflicto y ubica las prioridades de defensa en el litoral atlántico y la Amazonia, y junto con ello fija las bases para la reactivación de la industria bélica.
