WASHINGTON.- La reunión de primavera (boreal) del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó hoy en Washington con un acuerdo para conceder más poder de voto a los países en desarrollo en la primera de esas dos instituciones y un guiño optimista de la segunda para la atribulada economía de Grecia. En un comunicado, el Banco Mundial anunció hoy que concretó su primer aumento general de capital en veinte años (por más de 86.000 millones de dólares) y aprobó la concesión de más poder de decisión a los países en desarrollo, que ahora contarán con el 47,19% de los votos al interior de ese organismo multilateral.
"El cambio en el poder de voto nos ayudará a refleja de mejor manera las realidades de una nueva economía multipolar, donde los países en desarrollo son ahora jugadores clave", dijo el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, al festejar la decisión de los 186 países que forman parte de la institución. Según Zoellick, quien habló en el marco de la reunión de primavera (boreal) que el Banco Mundial está celebrando en Washington junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), el extra capital anunciado hoy "puede ser desplegado para crear puestos de trabajo y proteger a los más vulnerables a través de inversiones en infraestructura, pequeñas y medianas empresas y redes de protección" social. El organismo financiero explicó que 86.200 millones de dólares de la inyección de capital serán destinados al Banco para la Reconstrucción y el Desarrollo, el brazo que presta a países en desarrollo.
Las naciones en desarrollo, en especial aquellas que cuentan con las economías llamadas "emergentes", están presionando por una redistribución del poder de voto también en el FMI.
En su declaración final, el Comité para el Desarrollo del FMI y el Banco Mundial advirtió que, "al salir de su peor crisis en décadas, la economía mundial encara una recuperación incierta y dispareja". La crisis, reconoció, "interrumpió los avances en la reducción de la pobreza y sus efectos perdurarán durante mucho tiempo". Ahora, cuando "restan tan solo cinco años para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio, debemos intensificar los esfuerzos por ayudar a los pobres dondequiera que se encuentren: en países de ingreso mediano, en países de ingreso bajo y especialmente en frica al sur del Sahara", indicó.