Un terremoto cuya intensidad fue de 7,2 de magnitud y cuyo epicentro fue localizado en la región mexicana de Baja California, sacudió la frontera entre México y Estados Unidos. Dejó dos muertos y cien heridos, según las autoridades de México.
El Servicio Sismológico Nacional de México (SSN), informó que el temblor se dio a las 15h40 locales (las 00h40 españolas del lunes) a unos 18 kilómetros al sureste de la capital de Baja California, la ciudad de Mexicali, limítrofe con EEUU y de unos 900.000 habitantes.
El Instituto de Geofísica Estadounidense (USGS) determinó el epicentro a una distancia de 26 kilómetros al sur-suroeste de la localidad de Guadalupe Victoria y la profundidad fue de diez kilómetros. Un mensaje por televisión del gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, anunció la declaración de "estado de emergencia" para Mexicali, donde se encuentran la mayoría de los daños por el sismo.
En esta ciudad fallecieron dos hombres, "uno murió aplastado al caerle una barda (pared) y otro al colapsarse su vivienda", afirmó el Gobernador Osuna en un segundo mensaje televisivo. Además, hubo un centenar de heridos leves y daños en un número no determinado de viviendas, oficinas y hospitales, dijo el director de Protección Civil estatal, Alfredo Escobedo.
El sismo también causó desperfectos en un tramo de la carretera que une a Tijuana y Mexicali por lo que fue cortado el tránsito, dijo el funcionario. El jefe de la Unidad de Protección Civil, René Salvador, reportó que sigue suspendido el suministro eléctrico y el servicio de agua en Mexicali, donde se han registrado por el momento cinco réplicas con magnitudes de entre 4,2 y 4,9.
Ante esta situación, el gobernador también ordenó la suspensión indefinida de las clases en Mexicali. El movimiento telúrico también se sintió al otro lado de la frontera, con sacudidas en las ciudades estadounidenses de San Diego y Los Angeles en California, Phoenix, Arizona y Las Vegas, Nevada, que no causaron herido alguno ni daños mayores.
El temor cundió entre los californianos, que llevan años preparándose para el "Big One", un fuerte terremoto que los sismólogos consideran como ineludible. El movimiento fue muy fuerte en el condado de Riverside al oeste de Los Ángeles.