Sebastián Piñera. (foto)

Se prolongará “luna de miel”

SANTIAGO DE CHILE.- El terremoto del 27 de febrero pasado cambió la agenda del gobierno de Sebastián Piñera y de la oposición, ampliando una "luna de miel" que permitirá al presidente un tiempo para consolidar su fuerza política y a la Concertación por la Democracia un lapso para definir una hoja de ruta a fin de ser una oposición eficaz.

Así lo dijeron a ANSA analistas políticos, quienes sostuvieron que las urgencias de la reconstrucción obligaron a ambos sectores a ampliar el margen de convivencia y relegar las discrepancias sobre temas claves, como la regulación del sector privado y el rol del estado en el manejo de la economía.

"El desafío para la Concertación es apoyar el proceso de reconstrucción, pero precaver que las reformas sean de acuerdo a las ideas que trató de mantener durante 20 años, como la regulación del sistema privado", aseveró Bernardo Navarrete, analista político de la Universidad de Santiago.

"Dada la situación de emergencia, el gobierno está construyendo un discurso de que todos tienen que colaborar con la reconstrucción, pero ahí puede caber cualquier cosa: desde la desregulación de las empresas privadas hasta menos intervención del Estado en el control de la actividad económica", advirtió.

Según Navarrete, el desafío de la ahora opositora Concertación por la Democracia es evitar "que las reformas que la reconstrucción requiere terminen favoreciendo a sectores de derecha" en detrimento de otros grupos sociales.

"Se puede terminar con una agenda que puede ocultar todos los grandes temas que hoy día separan al gobierno de la oposición. Todas las variables hoy día juegan más a favor del gobierno de Sebastián Piñera que de una oposición eficiente y eficaz", agregó.

"El terremoto cambió la agenda del presidente, de la derecha y de los partidos políticos de la Concertación. Hasta ahora la Concertación ha sido reactiva a las decisiones del ejecutivo, más que de proposición", sostuvo Navarrete.

El académico otorgó relevancia a la reunión prevista por la Concertación para el 12 de abril y afirmó que "si entonces no hay una carta de navegación, ésta debería imponerla la ex presidenta Michelle Bachelet".

Según Navarrete, Bachelet debe encabezar "una hoja de ruta con prioridades, necesidades y objetivos, porque los partidos políticos por sí mismos no van a tener una oposición muy exitosa".

Por su parte, Patricio Gajardo, cientista político de la Universidad Central, cree que el cambio de agenda política derivado de la catástrofe "puede significar una orientación positiva" tanto para el gobierno de Piñera como para la oposición.