El primer ministro ruso, Vladimir Putin, anunció el jueves disposición a enviar ayuda humanitaria
MOSCU.- Rosa Otunbaieva, la primera ministra del gobierno provisorio formado por la oposición de Kirguistán, rechazó ayer negociar con el presidente desplazado, Kurmanbek Bakiev, quien se refugió en el sur del país tras el estallido de violencia del miércoles, cuando debió dejar el cargo.
Otunbaieva declaró también que "en el sur del país los sostenedores de Bakiev intentan hacerlo volver al poder".
El gobierno que estaba en ejercicio fue desplazado el miércoles, cuando la oposición tomó el poder después de manifestaciones que fueron reprimidas, en enfrentamientos que causaron al menos 75 muertos.
Bakiev había expresado más temprano disposición a negociar con sus adversarios con la finalidad, dijo, de evitar una guerra civil.
El presidente desplazado aclaró que nunca dio la orden de disparar a los manifestantes, y volvió a rechazar la posibilidad de presentar la renuncia.
En tanto, se realizaban los funerales de las 75 víctimas de la violencia.
El gobierno provisorio envió a Moscú a una delegación encabezada por el viceprimer ministro, Alamzbek Atambaiev, con el fin de conseguir ayuda económica de Rusia.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, anunció el jueves disposición a enviar ayuda humanitaria, lo que fue interpretado como un aval indirecto a las autoridades nuevas.
Analistas de Kirguistán afirman que el presidente desplazado, Bakiev, cayó en desgracia en Moscú por no haber cumplido la promesa de cerrar la base aérea estadounidense de Manas, creada en 2001 para apoyar la intervención en Afganistán.