Alba Luz Ramos, presidenta de la CSJ. (foto J. Cajina)

La presidenta de la CSJ, también calificó de positivo un diálogo “sin condiciones” entre las naciones

La presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Alba Luz Ramos Vanegas- quien representó al mandatario nicaragüense, Daniel Ortega en la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno-, cuestionó la actitud “agresiva” de la gobernante costarricense, Laura Chinchilla.

“Chinchilla apareció ahí (en la actividad), con una posición agresiva en todo momento y en todas las reuniones de trabajo que sostuvimos”, dijo Ramos al portal web del Poder Judicial.

La nota de prensa destacó que “la agresiva posición de la presidenta Chinchilla se convirtió en una rutina”.

“En ningún momento le seguí su juego. No le respondí en forma agresiva y me limité a expresar que la posición de Nicaragua es dialogar abiertamente, sin condiciones y que estábamos dispuestos a abordar todos los temas, pero en un diálogo franco y abierto”, declaró Ramos.

Ramos respaldó, que los conflictos limítrofes que viven Nicaragua y Costa Rica, mejor se resuelvan ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque “ese es el lugar indicado para discutir un tema que es totalmente jurídico y no político”, señaló.

Respalda diálogo

La presidenta de la CSJ, también calificó de positivo un diálogo “sin condiciones” entre las naciones.

“Estamos dispuestos a aceptar la colaboración de todos los países que quieran hacerlo, pues necesitamos que el diálogo se lleve a cabo pronto, lo hemos solicitado en reiteradas ocasiones y Costa Rica hace caso omiso”, señaló Ramos.

Así mismo, resaltó que la ausencia del mandatario nicaragüense fue “acertada”, porque Chinchilla quería verse como la “víctima” del conflicto.

“Lo más acertado fue que el presidente Ortega no le siguiera el juego, ni se sometiera a las reglas que ella (Chinchilla) quería imponer. Ella quería aparecer como la víctima y que él (Ortega) fuera su agresor”, puntualizó Ramos.

La XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno se celebró los días 3 y 4 de diciembre.

Nicaragua y Costa Rica desde hace más de dos meses mantienen las relaciones diplomáticas en “mínimo”, por supuesta invasión territorial de parte de Managua.