(foto ansa)

Dijo Vargas Llosa

SANTIAGO DE CHILE.- El premio Nobel de Literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, opinó que América Latina es una democracia imperfecta pero que avanza en consensos para un modelo de desarrollo en libertad, mientras los "totalitarismos", se disgregaron.

El escritor fue condecorado hoy por el gobierno chileno con la Medalla al Mérito Cultural Gabriela Mistral, la poeta que fue la primera de siete latinoamericanos en recibir la máxima distinción literaria.

El autor de "Pantaleón y las visitadoras" se declaró un defensor del "modelo político" chileno, que describió como "un modelo de desarrollo en libertad que va ganando cada vez más espacios en América Latina y terminará imponiéndose, porque es el único que realmente ha traído progreso y civilización a las sociedades que lo han hecho suyos".

"Todos los otros modelos -prosiguió al agradecer la distinción que le fue entregada por el presidente, Sebastián Piñera, en el palacio de La Moneda- han fracasado estrepitosamente".

Para el novelista, "uno de los grandes privilegios de nuestra época es haber visto como los peores desafíos que ha tenido la cultura democrática se han desplomado, y no por acción externa sino por su propia ineptitud para satisfacer los anhelos de progreso, de justicia, de libertad que anidan en todos los pueblos sin excepción".

Mencionó la desintegración que sufrió la Unión Soviética, destacó el cambio en China Popular, "un capitalismo vertical y autoritario, por supuesto, que de ninguna manera es el nuestro, pero que ha reemplazado al viejo colectivismo y estatismo que sólo había traído pobreza y hambre al inmenso pueblo chino".

En América Latina, dijo, se ha pasado del continente de los dictadores a democracias, "desde luego imperfectas, pero en las que van surgiendo cada vez consensos más amplios a favor de la cultura de la libertad".

Una libertad, definió, "sin cortapisas, que cuando reina tanto en lo económico como en lo social y cultural trae verdaderamente progreso y civilización a cualquier pueblo".

Este es un fenómeno, conjeturó Vargas Llosa, que también lo está viviendo Perú "y yo creo que eso lo acerca cada día más a Chile" y mencionó las inversiones entre ambos países porque "eso tiende puentes, atiza el entendimiento y la amistad y ése es el camino que nosotros debemos alentar para que no vuelva en nuestra historia futura a repetirse el pasado, de desconocimiento, de prejuicios, de violencia que a nadie ha traído beneficios y a todos más bien nos ha perjudicado".

Citó como ejemplo a Europa, "que se desangró en espantosas contiendas fraticidas y que ahora, aprendiendo la lección, deja atrás ese pasado, lo rechaza y comienza a levantar sus fronteras para establecer una fraternidad que además sea el combustible de su futuro desarrollo".