Eduardo Ulibarri,
embajador costarricense. (foto archivo)

Costa Rica sostiene que es la “principal víctima”

SAN JOSE.- El embajador costarricense ante Naciones Unidas, Eduardo Ulibarri, planteó ayer la postura de su país en el litigio fronterizo con Nicaragua, al que acusa de haber violado su soberanía.

El diplomático incluyó el tema en su presentación ante la Asamblea General titulada "La situación en Centroamérica: progresos para la configuración de una región de paz, libertad, democracia y desarrollo".

Un comunicado oficial difundido en San José informó que el embajador Ulibarri destacó la importancia de que la Asamblea General defienda la "soberanía e integridad territorial" de los estados.

"Creíamos que la observancia de tales principios era una realidad irreversible en Centroamérica. Desgraciadamente, estábamos equivocados. Por una acción incomprensible, injustificada e inaceptable del gobierno de Nicaragua, nuestra región ha dado un funesto paso hacia atrás en sus esfuerzos por superar el triste pasado y abrazar un mejor futuro".

Agregó que "la principal víctima de esta conducta es Costa Rica, pero sus efectos trascienden hacia toda la región, y más allá de ella", dijo el embajador.

Nicaragua niega haber violado la soberanía de Costa Rica. El litigio refiere al río San Juan, donde Managua dice haber puesto en marcha trabajos de dragado.

Ulibarri informó que "desde finales de octubre, tropas nicaragüenses ocupan una parte de Costa Rica, en clara violación a su soberanía, integridad territorial y dignidad nacional. Su presencia ha estado acompañada de una abierta depredación ambiental, en una zona de humedales protegida internacionalmente".

En el conflicto intervino semanas atrás la OEA, sin que su participación haya servido para dar algún paso hacia el diálogo.

El jueves, en una cumbre centroamericana en Belice, se anunció un diálogo directo entre ambos gobiernos, con presencia de otros que actuarían como garantes.

Ese anuncio, hecho por el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, fue rechazado horas después en San José, pese a que la puesta en marcha del diálogo había sido aceptada por la representación de Costa Rica.