Transporte urbano en huelga

LA PAZ.- Los pocos vehículos de transporte urbano que circularon hoy en Bolivia aumentaron tarifas hasta ciento por ciento, y los panaderos anunciaron que duplicarán precios, tras el incremento de las gasolinas que decretó el gobierno boliviano.

Los autobuses de transporte público entre las ciudades vecinas de La Paz y El Alto subieron sus tarifas de 1 a 2 bolivianos (14 a 28 centavos de dólar) y los minibuses en 75 por ciento, pero el servicio fue totalmente irregular.

El paro nacional del autotransporte fue realizado a nivel nacional con pocas excepciones, por lo que el gobierno sacó a las calles vehículos militares que prestaron servicio gratuito y aviones de la empresa aérea militar realizaron vuelos entre La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

El secretario ejecutivo de la federación de panificadores de La Paz, Dandy Mallea, anunció un aumento del ciento por ciento en el pan. "Nuestras bases dijeron que no se garantiza el abastecimiento del pan porque los otros insumos han subido", alegó.

Al promediar la jornada, varias vendedoras de algunos mercados del interior suspendieron la venta de sus productos a la espera de un reajuste general de precios.

En La Paz, decenas de maestros urbanos eludieron controles policiales e ingresaron a la plaza principal para realizar un acto relámpago "contra el gasolinazo". Su secretario ejecutivo, José Luis Alvarez, convocó a "la unidad de los trabajadores para revertir esta medida y lograr un incremento digno a los salarios".

Antes de que la policía los desalojara, el dirigente Miguel Lora calificó como "un garrotazo cruel contra el pueblo" el alza de los combustibles y llamó "traidores" a los dirigentes de la Central Obrera, que apoya al gobierno.

Sin embargo, el secretario ejecutivo de la Central Obrera, Pedro Montes, anunció ahora que le exigirán que derogueel decreto que promulgó el domingo.

El ministro Luis Arce Catacora declaró que los esfuerzos para frenar el contrabando de gasolinas "no tuvieron los resultados esperados" y más del 50 por ciento de los volúmenes que se distribuyen en el mercado interno salen ilegalmente a Brasil, Chile, Paraguay y Perú.

"Hemos hecho intentos de luchar contra el contrabando, hemos sacado a las fuerzas armadas y a la policía. Lamentablemente los resultados no han sido los esperados", dijo el funcionario.

Según datos oficiales, la subvención que estaba vigente desde hace seis años le costó este año al país 380 millones de dólares, pues los precios internos de los combustibles se calculaban a 27 dólares el barril de petróleo, que en el mercado internacional cuesta 90.