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Hacia Haití

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enfrentado a la primera emergencia humanitaria masiva de su gestión, ordenó el envío inmediato de más de 5.500 soldados y una flota de naves militares hacia Haití, haciendo del socorro a las víctimas del terremoto "la máxima prioridad" de sus ministerios.

También anunció el desembolso de 100 millones de dólares para financiar parte de las primeras tareas de rescate y alivio. La fuerza militar, se informó, deberá servir también para garantizar el orden público en un país que, en los hechos, se quedó sin gobierno después del devastador terremoto. Se prevé que la necesidad de establecer un sistema de seguridad se hará creciente en los próximos días en las calles de Haití al tiempo que aumente la escasez de agua y alimentos.

Para peor, el intento por hacer llegar a Haití las ayudas de emergencia se complicó por el atascamiento de tráfico que se creó en el aeropuerto de Puerto Príncipe.

El Pentágono recibió del presidente la orden de enviar más de 5.500 soldados en pocos días a Haití. La 82da. División Aerotransportada, con base en Fort Bragg y siempre lista para reaccionar frente a emergencias civiles y militares, está preparando el envío de una primera brigada de 3.500 hombres.

Los primeros 100 ya arribaron a Haití y en las próximas horas deberán llegar otros 600, encargados de preparar el terreno para sus compañeros del resto de la brigada.

Desde las bases navales en el Atlántico ya partieron o se aprestan a hacerlo, el portaaviones nuclear Carl Vinson, tres unidades anfibias (con unos 2.000 marines a bordo) y el buque hospital Comfort. Por lo pronto, frente a las playas de Haití ya están operativas algunas naves más pequeñas de la Guardia Costera de Estados Unidos.

Además de las ayudas a la población haitiana en general, Obama destacó que, para su gobierno, "no hay prioridad más alta que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses" en el país caribeño, muchos de los cuales ya fueron evacuados.

Obama anunció el operativo para Haití junto a su vice, Joe Biden, la secretaria de Estado, Hillary Clinton -quien interrumpió una visita al Pacífico para retornar a Washington-, el ministro de Defensa, Robert Gates, quien canceló un viaje a Australia, y la ministra de Seguridad Interior, Janet Napolitano.