Para coadyuvar en los esfuerzos de reconstrucción, Taiwán ha comprometido US$5 millones en ayuda humanitaria

En la tarde del 12 de enero, un terremoto de magnitud 7.0 estremeció la nación haitiana y causó grandes pérdidas humanas y materiales. Desde entonces, el gobierno y organismos privados taiwaneses han trabajado “mano a mano” en los esfuerzos humanitarios de ese país; de inmediato se envió un contingente de 56 expertos en búsqueda y rescate, así como personal médico. Estos llegaron a la capital haitiana, Puerto Príncipe, procedentes de la vecina República Dominicana, pronto empezaron las labores de rescate que se realizan en conjunto con personal de las Naciones Unidas. A partir de entonces, se ha rescatado a un empleado de nacionalidad francesa de las Naciones Unidas y a un ciudadano haitiano.

El presidente Ma Ying-jeou y el primer ministro Wu Den-yih han enviado sus condolencias al gobierno y pueblo haitiano. Para coadyuvar en los esfuerzos de reconstrucción, Taiwán ha comprometido US$5 millones en ayuda humanitaria y se ha abierto una cuenta especial en la cual los taiwaneses pueden donar al fondo de ayuda. Adicionalmente, se programó el envío de 200 toneladas de arroz ofrecidas por el Consejo de Agricultura para el mes de abril.

Otros grupos cívicos como el ¨Cuerpo de Paz Médico (Taiwan Root Medical Peace Corps) y Acción Internacional de Salud de Taiwán también han enviado equipos a la nación afectada, mientras un sinnúmero de organizaciones no gubernamentales hicieron una donación de 84 toneladas de material para llevar alivio, la cual se valora en NT$12 millones de dólares taiwaneses, o sea US$378,000 dólares estadounidenses, esta donación llegó en un avión de carga de FedEx a la República Dominicana el 18 de enero para el transbordo hacia Haití. Las provisiones comprenden suministros de primeros de auxilios, productos alimenticios, agua potable, vestuario, tiendas de campana y equipos de iluminación.

Entretanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha estado en contacto directo con los haitianos que estudian en Taiwán, quienes también han recibido consejería y otras formas de asistencia, mientras se les ayuda a comunicarse con sus familiares en Haití.