Gobierno hondureño proyecta su mirada a Brasil por “su experiencia en el desarrollo comercial”. (Foto Arte)

A pesar que existen varios vínculos que unen a Nicaragua con Honduras, entre ellos la Alternativa Bolivariana (Alba) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, afirmó que no reconocerá al nuevo gobierno del país vecino, por ser una continuidad al Golpe de Estado perpetrado a Manuel Zelaya el 28 de junio del 2009.

Las elecciones presidenciales hondureñas se celebraron en noviembre del año pasado en medio de críticas internacionales de diversos países y organismos internacionales, que solicitaron la restitución de Zelaya al poder, pero esta no se efectuó.

En los comicios salió electo Porfirio Lobo del Partido Nacionalista, quien en enero asumió la presidencia de manos del presidente de facto Roberto Michelletti.

“Nosotros nos sentimos amenazados (por los golpistas) y por lo tanto no podemos reconocer al Gobierno de Honduras y esas es una batalla que se tendrá que librar en foros internacionales porque no podemos rendirnos ante los golpes militares”, dijo Ortega durante la juramentación de nuevos embajadores de Perú, Panamá, Argentina, Palestina y la Republica Dominicana.

Ortega a la vez recordó que la OEA resolvió que "no reconocería ningún gobierno que fuese continuidad del golpe, y desgraciadamente" el actual gobierno Honduras "proviene de un golpe".

Sin embargo el sentimiento de Ortega, lo minimizó el Canciller de Honduras, Mario Canahuatti, ya que “con el caso de Nicaragua primero que somos parte del SICA, tenemos la negociación con la Unión Europea, Nicaragua tiene comercio importante Con Honduras. Hay más cosas que nos unen que las que nos separan”, dijo al diario salvadoreño La Prensa Grafica, en referencia a una hipótesis negativa de normalizara las relaciones.

“Creo que en poco tiempo vamos a poder abrazarnos en Centroamérica no podemos estar divididos”, destacó Canahuatti.

A pesar que Ortega siente diferencias con el actual gobierno hondureño, aclaró que las relaciones económicas y comerciales continuarán porque "no podemos desconocer esa realidad", sostuvo.

El mandatario nicaragüense también advirtió al “presidente Lobo (quien) no puede garantizarse así mismo que no le vayan a dar golpe militar en cualquier momento, porque está montando sobre un golpe militar, está montado sobre las bayonetas y si él quiere hacer un movimiento allí, inmediatamente las bayonetas lo atraviesan".