WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó este lunes un presupuesto para el año fiscal 2011 de 3,8 billones de dólares que, según dijo, refleja las "graves dificultades" que afronta el país.
"En el largo plazo, no podemos tener un crecimiento económico sostenible y duradero sin poner en orden nuestras cuentas públicas", explicó Obama en el documento que acompaña el presupuesto.
La propuesta, que debe ser aprobada por el Congreso, está centrada en alentar la creación de empleos y prevé el congelamiento de varios programas, con excepción de los referidos a seguridad nacional, defensa, seguridad social y asistencia sanitaria a los ancianos.
El presupuesto incluye, entre otras medidas, un aumento de impuestos para quienes ganen más de 250.000 dólares anuales y el cobro de una tasa de responsabilidad por la crisis a los bancos e instituciones financieras que se beneficiaron de las ayudas estatales de rescate, tras la crisis económica de 2009, que embistió al presidente apenas comenzó su gestión.
Esta tasa, dijo Obama, supondrá un ingreso en las arcas del Estado de 90.000 millones de dólares en diez años.
Con la intención de reducir la tasa de desocupación en el país, que actualmente se sitúa en 10 por ciento, el presupuesto para 2011 contempla una serie de medidas, como destinar 100.000 millones de dólares a programas de estímulo a la economía, con recortes de impuestos para las pequeñas empresas que contraten más trabajadores.
El presupuesto estadounidense tiene por objetivo sacar al país de sus graves dificultades económicas, una de las promesas electorales de Obama.
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el gobierno es el déficit, que se prevé alcance la cifra récord de 1,6 billones de dólares, es decir el 10,6% del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense, el mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
"No podemos seguir gastando como si los déficits no tuviesen consecuencias, como si el dinero duramente ganado por los contribuyentes pudiese ser tratado como dinero del 'Monopoly', como si pudiésemos seguir ignorando este reto durante otra generación", sostuvo hoy el mandatario.