Aunque hay miles trabajando para evitar más daños al ecosistema los daños ya comenzaron, afirman algunos ambientalistas. (foto BP)
Científicos y expertos encontraron restos de petróleo que no son visibles a simple vista bajo el agua e incluso bajo tierra
WASHINGTON. - Cien días después del comienzo del derrame de petróleo en el Golfo de México no se ven muchos rastros del crudo en el agua, pero el ecosistema aún no volvió a la normalidad y equipos de científicos viajaron al delta del Misisipi para investigar las denuncias de desaparición de peces y aves.
Los trabajos de succión del crudo redujeron su presencia a unas cuantas "manchas" que flotan a lo largo de las costas de Luisiana, e incluso esos restos están siendo rodeados por skimmer, naves de la Guardia Costera estadounidense y de la firma petrolera británica BP que recogen el combustible y están equipados para separarlo del agua.
Sin embargo, la "marea negra" que partía de la plataforma Deepwater Horizon de BP llegó a ocupar casi la mitad de la superficie del Golfo, comenzando el 20 de abril, por lo que los daños al medio ambiente pueden ser extensos. Mientras que en trechos largos del delta del Misisipi no hay señales de vida, en algunas zonas del Golfo aún está prohibida la pesca y las playas están cerradas al público.
Científicos y expertos encontraron restos de petróleo que no son visibles a simple vista bajo el agua e incluso bajo tierra, y muchos pescadores denunciaron que en varias zonas del delta del Misisipi, desde hace semanas, desaparecieron los peces y las aves.
Equipos de científicos viajan a la zona para investigar los alcances del impacto del derrame petrolero sobre ese ecosistema.