Cuatro horas ereunión
QUITO.- Los cancilleres de la Unasur, reunidos en Quito, ratificaron la voluntad de buscar una salida negociada a la crisis entre Colombia y Venezuela, y pidieron a los presidentes de la región que se reúnan para buscar una solución, ante la falta de consenso evidenciada en el encuentro.
Luego de más de cuatro horas de reunión, el canciller anfitrión, Ricardo Patiño, reconoció que la ruptura de relaciones Caracas-Bogotá es un "problema no resuelto", aunque dijo que se ha avanzado en su resolución.
"Insistimos en que los temas no están solucionados, pero el simple hecho que ellos estén juntos aquí con todos nosotros es un paso importante", afirmó Patiño acompañado por sus homólogos de Colombia y Venezuela, Jaime Bermúdez y Nicolás Maduro.
Los ministros consideraron que el conflicto necesita "un mayor nivel de decisiones" por lo que pidieron a los presidentes del bloque abordarlo en una cumbre, explicó Patiño.
"Invitamos a los jefes de estado de Unasur a que puedan reunirse próximamente, la más pronto posible, para que ellos en forma directa aborden los problemas que se han desarrollado", solicitó Patiño a nombre de sus similares.
Al encuentro asistieron delegaciones de todos los países miembros de Unasur, a excepción de Guyana, ocho de ellas encabezadas por sus cancilleres.
La reunión empezó a las 16 horas (21 GMT), una hora más tarde de lo previsto, en la sede de la Cancillería local, al norte de Quito, cuyo gobierno está a cargo de la presidencia temporal del bloque.
Terminó luego de más de cuatro horas sin una declaración de consenso, pero con una síntesis final que Patiño realizó recogiendo los criterios de sus colegas.
Según el ministro, entre los puntos coincidentes estuvo el que los estados miembros dispongan de "un claro compromiso de evitar la presencia de grupos irregulares que afectan a la armonía en la región".
Venezuela rompió relaciones con Colombia el 22 de julio debido a que el gobierno de Bogotá la acusó ante la Organización de Estados Americanos de "tolerar" la presencia de grupos guerrilleros en su territorio.
Además de la ruptura de relaciones, el presidente Hugo Chávez dijo que esa acusación constituía una preparación de condiciones para lanzar un ataque militar, por encargo de Estados Unidos.
Antes del encuentro, los cancilleres Bermúdez y Maduro reiteraron la posición y las acusaciones de sus respectivas administraciones.