Víctor Urcuyo, presidnete de la Superintendencia de Bancos. (foto C. Pérez)

Una hábil jugada fue dada a conocer ayer por la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua, ASOBANP, para evitar que la Asamblea Nacional como parte de las exigencias del Fondo Monetario Internacional, FMI, en las negociaciones y revisión del cumplimento del programa económico con el país centroamericano, no apruebe la Ley de Tarjetas de Créditos tal como existe en los Estados Unidos.

La medida se adecua a la normativa de la Superintendencia de Bancos que había anunciado a través del titular de ese ente regulador, Víctor Urcuyo, la aprobación de una normativa de regulación de tarjetas de crédito enmarcada en la Ley 515, Ley de Promoción y Ordenamiento del Uso de la tarjeta de Crédito, como parte de los compromisos con el FMI.

Hace algunas semanas atrás el Presidente del Banco Central de Nicaragua, BCN, Antenor Rosales Bolaños, había anunciado que sería aprobada una normativa sobre el uso de las tarjetas de crédito que sería ratificada en forma de ley por el parlamento. Los banqueros privados redujeron en un 10 por ciento la tasa de interés corriente anual más altas por el consumo del dinero plástico. El Diputado y ex-cantante Wálmaro Gutiérrez, dijo a los periodistas que si había una buena normativa no había necesidad de ninguna ley.

ASOBANP señala que la reducción del 10 por ciento en la tasa de interés corriente anual más alta del mercado es aplicada a los saldos de créditos que existen y para los nuevos consumos de tarjetas de créditos. Los banqueros esperan un beneficio para 300 mil tarjetas habientes.

La disposición deja el acuerdo entre las partes para que cada quien de forma individual con cada banco haga los arreglos ante las dificultades que tenga para pagar y que les permita regularizar su situación con el sistema financiero y para seguir siendo sujetos de crédito.

La publicación de la asociación de banqueros privados de Nicaragua señala a la vez que cada banco en forma individual continuará, y fortalecerá las políticas de atención a los clientes que tengan dificultades de pago, de manera que estos puedan regularizar su situación con el sistema financiero y continuar siendo sujetos de crédito.

La medida para los que califiquen en los arreglos de pago tendrá algunos beneficios como la dispensa total de costas y gastos judiciales, cargos por intereses moratorios, por gestión de mora, y la dispensa en parte de los intereses corrientes, todo en dependencia del monto principal que el cliente cancele durante el arreglo de pago.

La medida incluye una educación financiera que les permita a los clientes que lleguen a hacer sus arreglos de pagos, que tengan un manejo responsable del crédito. Los que tengan tarjetas recibirán un informe mensual de los bancos sobre los arreglos efectuados. Tal medida nunca se reflejó en los acuerdos que llegaban las tarjetas habientes y el comportamiento de los mismos. Según el documento de Asonbap, además se le indicará al cliente cual es el pago mensual nivelado requerido para pagar el total de la deuda que aparece en el estado de cuenta en un año.