Naves que transportaba ayuda humanitaria a Gaza fue atacado por militares israelitas
BRUSELAS.- La Unión Europea, Rusia, los países árabes y varios latinoamericanos, pero no Estados Unidos, condenaron ayer el ataque de Israel contra un convoy de naves que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, en el que murieron 19 personas.
El Consejo de Seguridad de la ONU, la OTAN y la Liga Arabe convocaron a reuniones de emergencia para analizar el tema.
La "continua política de cierre de los pasos hacia Gaza es inaceptable y la Unión Europea pide la inmediata reapertura de los pasos para hacer entrar las ayudas", dijo un vocero de la Comisión Europea.
La responsable de Política Exterior europea, Catherine Ashton, condenó la pérdida de vidas causada por Israel y pidió la apertura inmediata de los pasos en Gaza para permitir el ingreso de ayudas humanitarias.
Ashton pidió a Israel la apertura de una investigación sobre el hecho, calificado como "un juego sin sentido" por el ministro turco de Asuntos Europeos, Egemen Bagis, quien indicó que "no se puede pedir a los agresores que se investiguen a sí mismos".
Miembros de los grupos principales del Parlamento Europeo, entre ellos el socialista y el liberal-democrático, pidieron la apertura de una investigación internacional.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, condenó "el uso desproporcionado de la fuerza" de parte de Israel.
Por su parte, el presidente italiano, Giorgio Napolitano, expresó "desmayo y alarma" por la operación israelí e invitó a que el diálogo prevalezca sobre la violencia, para evitar "una espiral de enfrentamientos" aún más grave.
El gobierno español "condena la acción militar contra la flotilla de activistas pro-palestinos que se dirigían a Gaza" y que "provocó un número elevado de víctimas", juzgándola "una acción completamente desproporcionada", y convocó al embajador israelí, Raphael Schutz, para "protestar por lo ocurrido y pedir explicaciones", dijeron fuentes diplomáticas a ANSA.
En cambio, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que está "recabando hechos" sobre el ataque, y negó que prevea una toma de posición oficial al respecto.
El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó hoy telefónicamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la necesidad urgente de conocer "todos los hechos y las circunstancias" en torno de los hechos, informó la Casa Blanca.
Entre las organizaciones no gubernamentales estadounidenses, la izquierda judía representada en el grupo J Street pidió que Obama "haga sentir" su voz para ayudar a terminar el conflicto en Medio Oriente, mientras que la Liga Anti-Difamación, grupo judío que lucha contra toda manifestación que juzga como antisemitismo, defendió la operación militar de Tel Aviv.
Rusia condenó "las acciones contra la Flotilla de la Libertad" y reclamó que se aclare cada aspecto de lo ocurrido, dijo el vocero del Ministerio de Exteriores, Andrei Nesterenko.
"Analizamos lo ocurrido como una necesidad de poner fin lo antes posible al bloqueo de Gaza", dijo Nesterenko.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, afirmó hoy que el ataque israelí fue "un acto de terrorismo de Estado".
"Estas naves transportaban solamente ayudas humanitarias, a bordo había activistas procedentes de 32 países. Nuestro gobierno está siguiendo de cerca el avance de la situación y por ahora llamamos a nuestro embajador en Tel Aviv", dijo.
El premier reclamó la liberación inmediata de los ciudadanos turcos que formaban parte del convoy, y aseguró: "Nuestros ciudadanos judíos están bajo nuestra protección".
Asimismo el premier libanés, Saad Hariri, expresó una "dura condena" por el ataque israelí, que describió como "un paso alocado que alimenta la violencia en la región".
El ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Abul Gheit, condenó la agresión israelí y pidió además la anulación inmediata del embargo sobre Gaza.
Argelia también criticó el ataque y pidió una reacción vigorosa y unánime de la comunidad internacional.
En América Latina, los gobiernos de México, Brasil, Argentina y Chile condenaron oficialmente el ataque, en tanto que Brasilia convocó al embajador israelí en esa ciudad para expresarle su "indignación".
En un comunicado de la Cancillería, el gobierno del presidente Luiz Lula da Silva dijo que recibió con "shock y consternación" la noticia del "ataque israelí".
Además, varias organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional y Emergency, exigieron una investigación creíble e independiente.
Manifestaciones de protesta populares se desarrollaron en casi todas las capitales europeas -incluyendo Londres, París, Roma y Atenas, además de Ginebra-, y varias árabes, como Amán, Beirut, El Cairo, Bagdad y la misma Gaza, donde la dirigencia de Hamas proclamó una "jornada de cólera" contra Israel.
Asimismo, el presidente palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen) calificó los hechos como "una masacre".
En Israel, se convocó para hoy una huelga general de protesta que algunos analistas interpretaron como el comienzo de una "tercera Intifada" contra la política del gobierno de derecha israelí.