kirguisos quemaron viviendas. (foto cortesía)

Pero líder étnico asegura que son 200 fallecidos

Los nuevos enfrentamientos que se registraron en Kirguistán, podría ser los peores disturbios étnicos experimentados en décadas, según las autoridades hay 117 los muertos y 1.485 heridos como consecuencia de los hechos de violencia de los últimos días.

El ministro de Finanzas, Temir Sariev, declaró a cadenas de noticias que "hay todavía enfrentamientos en algunos sitios, no tenemos la suficiente fuerza para contrarrestar a los grupos armados que atacan de uno y de otro lado", dijo.

Sin embargo, Sariev estimó que la situación "es ahora menos difícil" que los últimos días.

Un dirigente del Centro Nacional Uzbeko, Zhalalidin Salakhuddinov, contradijo las cifras del Gobierno interino y aseguró que los muertos no son 117 sino 200 uzbekos y que existen 100.000 uzbekos en Kirguistán que huyeron como refugiados y están varados en la frontera con Uzbekistán.

Los ataques parecían en parte dirigidos a reducir la estabilidad del nuevo gobierno interino.

En varios días de ataques, turbas de kirguisos prendieron fuego a poblaciones uzbekas y asesinaron a sus residentes.

Históricamente, las relaciones entre la minoría uzbeka y los kirguisos son tensas, fundamentalmente a causa de las disparidades económicas, que encolerizan a los uzbekos. Por otra parte, en la región hay poderosos grupos mafiosos.

En Jalal-Abad, otra ciudad sacudida por la violencia, a unos 40 kilómetros (25 millas) de distancia, kirguisos armados se reunían en la plaza central. Pretendían trasladarse al asentamiento uzbeko cercano de Suzak en búsqueda de un líder al que acusaban de provocar los problemas.