WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió ante un grupo de parlamentarios que el destino de su presidencia se juega con la reforma del sistema de salud que impulsa, según trascendió ayer.
"En sustancia nos dijo que el destino de su presidencia dependía del voto de la reforma", reveló a la revista online Politico un parlamentario del grupo hispano del Congreso, que habló bajo anonimato, luego de un encuentro con el mandatario.
Lo que es indudable es que la reforma sanitaria es una de las batallas más significativas del mandato de Obama, quien hoy llegó a retrasar por segunda vez su previsto viaje a Indonesia y Australia para seguir concentrado en la votación final del texto, que podría realizarse el domingo.
El nuevo aplazamiento de la visita a Asia representa el último indicador de las febriles horas que Estados Unidos va a vivir en este fin de semana, que será decisivo para una reforma que prevé cobertura médica para 32 millones de personas que actualmente carecen de ella e impone severos controles a las aseguradoras.
Obama pasa estos días hablando por teléfono y recibiendo a congresistas, ya que su prioridad es asegurar los votos necesarios para aprobar el proyecto. Hacen falta 216 en la Cámara.