PARIS.- La tormenta Xynthia, una de las más fuertes de la última década, causó la muerte de al menos 50 personas en el suroeste de Francia el fin de semana, dejó sin luz a medio millón de personas y desencadenó una polémica sobre la seguridad costera en el país.
Entre las víctimas de la catástrofe, que causó la rotura de diques sobre el litoral atlántico e inundó numerosas casas, cuyos ocupantes murieron ahogados, hay un niño de diez años. Los bomberos siguen buscando víctimas a bordo de embarcaciones livianas, entre las casas prácticamente sumergidas.
Testigos en el lugar comentaron que las rutas se transformaron en ríos y las calles están cubiertas de desechos en Aiguillon-sur-Mer, uno de los sitios más afectados, donde la mayoría de las víctimas murieron ahogadas mientras dormían.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció una ayuda de 3 millones de euros "para hacer frente a los gastos" que deberán enfrentar las víctimas de la tempestad.
Durante su visita a Aiquillon-sur-Mer, Sarkozy dijo que lo que ocurrió es una "catástrofe nacional, un drama humano, un balance espantoso". El mandatario aseguró que la corriente eléctrica será restablecida en las próximas 24 horas.
"No podemos poner en segundo plano la seguridad, que desde mi punto de vista es prioritaria", agregó el presidente, quien pidió al Ministerio del Interior que inicie una investigación para "entender qué sucedió".
"Es una catástrofe nacional", se hizo eco el primer ministro, Francois Fillon, que anunció igualmente un "plan excepcional de construcción y refuerzo de los diques", de acuerdo con las colectividades locales.
Vandea fue el departamento más afectado por el temporal, sobre todo en las comunas de La-Faute-sur-Mer y L'Aiguillon-sur-Mer.
Sólo en ese departamento las víctimas mortales fueron 29, precisó la Protección Civil francesa. Además de los 50 muertos, el temporal provocó la desaparición de nueve personas.
La tormenta Xynthia también causó víctimas en España y Portugal durante el fin de semana, así como en Alemania.