El Dr. Leonel Ayala García es el fundador de los Grupos de Psicoterapia Colectiva de la
Línea del Dr. Ayala (GSA), cuya actividad principal es el auxilio psicológico para todas
aquellas personas que sufren estrés constante y conflictos de relación interpersonal
derivados mayormente de una casi nula capacidad para manejar emociones y también para
quienes poseyendo una personalidad dañada en sus estructura básica buscan evadir la
realidad mundana a través de alguna sustancia química como la droga o el alcohol.
Distribuidos por los cinco continentes del mundo, pero asentados mayormente en los países
americanos de El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Honduras, Guatemala, México y USA, los
grupos de GSA han contribuido significativamente al desarrollo social de los pueblos en
donde se han asentado, gracias a que algunos de sus miembros, quienes antiguamente
fueran considerados como parias sociales, hoy han superado adicciones nocivas y se han
reinsertado en la vida productiva, académica o comercial de sus respectivos países
colaborando en la construcción de un futuro más promisorio.
Y digo que algunos de sus miembros superaron adicciones porque hay ahí quienes tuvieron
alguna vez necesidad de consumir droga o alcohol, pero también muchos otros que nunca
lo hicieron; y sin embargo, asisten frecuentemente a las actividades grupales. La
explicación a esto último consiste en que el verdadero fin de GSA trasciende por mucho la
simple búsqueda de la abstinencia de alcohol o drogas, pues esto en realidad implica sólo
un sencillo esfuerzo de voluntad dirigida.
Nacido en 1935 en la ciudad de San Miguel, al oriente de la Republica de El Salvador en la
América Central, en 1954 el joven Leonel Ayala se traslada a la ciudad de México Distrito
Federal con la firme intención de iniciar sus estudios de cirujano dentista en la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), los cuales termina en el año de 1959.
Como casi la todos los jóvenes de hoy, el Dr. Ayala tuvo contacto con el alcohol en sus
años de estudiante, sin embargo muy pronto se alejó de él para siempre no tanto por el
sufrimiento que el ingerirlo le causara, sino indiscutiblemente porque descubrió que el
alcohol le restaba capacidad pensante y claridad de pensamiento.
El Dr. Ayala inicia su trabajo humanitario con los grupos de Alcohólicos Anónimos
tradicionales mejor conocidos como doble A 24 horas, con la clara convicción de que al
acudir no ayudaba a los otros, sino que a través de ellos se ayudaba a sí mismo. Casi de
inmediato, al darse cuenta de los malos tratos verbales y a veces hasta físicos que ahí
recibían los enfermos que acudían por ayuda, decide formar su propio movimiento basado
en el amor, la paz y el respeto irrestricto a los enfermos en tanto que seres humanos.
Surgen así en el año de 1967 los grupos de GSA, los cuales en un principio tuvieron como
objetivo primordial brindar ayuda a aquellos hombres que reconociendo tener problemas
derivados de su adicción al alcohol, quisieran cambiar a una mejor forma de vivir
combatiendo en primera instancia el hábito pernicioso de ingerirlo, para posteriormente
atacar el verdadero origen del problema. Así, a los pocos años de haber iniciado su trabajo
en GSA, el Dr. Ayala empieza a plantear, porque ya lo tenía claro desde tiempo atrás, que
la raíz auténtica del problema no era la ingesta de alcohol en sí misma, sino el constante
estrés que todo hombre padece causado por una errónea manera de interpretar los
acontecimientos y circunstancias de la vida cotidiana.
También, el Dr. Ayala descubre que el problema del alcohólico, del adicto a las drogas y en
general de todo aquel abstemio que no vive feliz, tiene implicaciones de carácter
sociológico que determinan la forma en cómo el hombre va construyendo su estructura
emocional y afectiva. Estructura que define, como dijera Heidegger, su “encontrarse en el
mundo”, es decir, su estado de ánimo con el que enfrenta la vida.
Ahora bien, según el Dr. Ayala, los rasgos constantes de este estado de ánimo son el estrés
y la aflicción, mientras que la génesis de la estructura emocional-afectiva está en la
educación social imperante, toda vez que el hombre es enseñado a hipervalorar de tal
forma la riqueza material y el dinero, que pone en su posesión o carencia prácticamente su
Ser mismo; y a su constante búsqueda dedica tiempo, trabajo y capacidades, perdiendo de
vista que sus valores esenciales son SER, VIVIR y PENSAR.
Plantea además, que en toda sociedad normalmente constituida se educa y valora al hombre
con base en la díada aprobación-desaprobación, pero que infortunadamente lo que
predomina es la desaprobación. Como consecuencia lógica, el humano vive queriendo
hallar su propio valor afuera de él mismo, por un lado buscando las cosas materiales que lo
hacen sentirse importante ante los demás, y por otro, persiguiendo prestigio social.
Como es evidente, esto es vivir ajeno a sí mismo, alienado; por ello es que en la vida
cotidiana todo hombre normalmente socializado no es él mismo, sino que vive en función
de lo que los demás piensan y opinan de él. Todo esto por sí solo no se constituye en un
conflicto existencial, pero el problema comienza cuando, o bien no consigue riqueza
material ni prestigio social, o bien cuando aún habiéndolo conseguido en abundancia se da
cuenta que por dentro sigue vacío de sí mismo. En cualquiera de los dos casos, termina por
sentir hostil al mundo, y por sentirse él mismo, indefenso y susceptible ante cualquier
circunstancia o acontecimiento que no ocurre como desea. Y como casi nunca encuentra al
mundo a la medida y agrado de sus expectativas, el dolor psicológico aparece por
consecuencia. Al hombre, pues, le duele vivir en un mundo que no es como él quisiera.
También por eso es que pronto buscará huir de él, ya sea obnubilando su razón y sentidos
con sustancias químicas, o buscando cualquier otra forma de evasión no relacionada
precisamente con drogas o alcohol; por ejemplo, aislarse totalmente de los demás.
El Dr. Leonel Ayala afirma que la mejor salida a esta problemática emocional que aqueja al
hombre de hoy, está en la buena relación interpersonal; es decir, en una relación entre seres
humanos basada en el afecto, el respeto y la aceptación del otro tal y como es: en la
amistad. Lograr esta relación es el objetivo primordial de GSA.
Siendo GSA un conglomerado que no maneja publicidad alguna, ordinariamente sólo es
conocido por miembros y familiares, sin embargo tal labor humanista no podía pasar
desapercibida para el mundo. Así, los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica y
de las repúblicas de El Salvador y de Nicaragua, han reconocido al Dr. Ayala como un
hombre que lucha por el bien de la humanidad a través del servicio a los demás. En el 2003,
la alcaldía de Nueva York en unión con sus representantes ante el Senado norteamericano,
declararon el 22 de septiembre como “Día del Dr. Ayala”; el mismo reconocimiento recibió
de San Francisco, Los Ángeles y San José, en el estado de California; mientras que El
Salvador lo ha declarado “Hijo Meritísimo de la República de El Salvador”, entre otros
muchos reconocimientos.
En el año de 1976 GSA llega a Querétaro, uno de los estados más beneficiados por el
trabajo del Dr. Ayala, pues hay aquí cerca de 500 grupos, y en todo el país
aproximadamente 2000. Por ello, el gobierno legal y legítimamente constituido del estado
de Querétaro, de manera por demás atinada, reconocerá en días próximos la obra del doctor
como un aporte importante que busca mejorar la calidad de vida de los queretanos.
uienes conocen al Dr. Leonel Ayala, contestan perfectamente la pregunta que titula este
texto con una sola palabra: dicen, que el doctor es simplemente, un AMIGO.