Ayer se tuvo noticias tristes del fallecimiento de tres personalidades nicaragüenses. Murió el señor Salvador Cardenal Vargas quien fuera el padre del recién fallecido Salvador Cardenal Barquero. Tal parece que el padre del famoso artista no pudo resistir las circunstancias y recuerdos que se le hacían en homenajes a su hijo y un infarto cardíaco lo sorprendió en la Laguna de Apoyo cuando se recordaba a su vástago.
Otro sensible fallecimiento ocurrió con la muerte del Padre jesuita Álvaro Argüello Hurtado quien padecía del mal de Parkinson desde hace años pero él con su humildad aceptaba la enfermedad que lo aquejaba. Argüello Hurtado fue miembro de la Asociación del Clero de Nicaragua y lo representó ante el Consejo de Estado, órgano colegislativo después de la revolución sandinista, que derrocó a la dictadura de Somoza en julio de 1979.
Otra muerte sensible fue la de la señora Carmen Toledo Incer progenitora de una familia muy conocida de la Ciudad de Boaco, Nicaragua.