Si Nicaragua accede a retirar las tropas del territorio en litigio, que garantiza que la OEA, obligue a Costa Rica a certificar y construir los hitos, que junto a la contraparte, identifico en la frontera y al revés, la situación siga igual que antes, perjudicando a Nicaragua?
Tres son los aspectos neurálgicos de la controversia. El primero, lo constituye el proceso de sedimentación acelerado que revela el rió San Juan al punto de que mas del 90 % de su caudal se va hacia Costa Rica, por el río Colorado ( 300 mil metros cúbicos de agua) y menos del 10 % se queda en Nicaragua a partir del punto donde se bifurca, que se denomina “El Delta”, territorio lleno de arena y sedimentos, que se orienta al Caribe, a través de cinco caños, creando una “bahía”, que más parece una frontera terrestre que fluvial.
Como se sabe, para enfrentar el problema Nicaragua procedió al dragado del río San Juan, provocando la reacción tica, que teme que ello perjudica su millonaria industria turística. Es evidente, que con la limpieza se ampliará el afluente natural e histórico del San Juan, logrando fortalecer sus salidas, lo que figurativamente seria igual, que si en vez de una llave, (el río Colorado en Costa Rica), se abrieran dos o más simultáneamente, dividiendo el agua en todas las salidas posibles, lo que reduciría en menos de un 12%, el caudal que exclusivamente usufructúa Costa Rica, a expensas de las aguas del lago Nicaragua y del río San Juan.
El segundo, es la presencia de fuerzas militares nicaragüenses en una zona de 3 km conocida como Finca Aragón, en la que se depositaban los sedimentos resultado del dragado, en la punta superior de una “isla” fluvial, que los costarricense denominan Isla Calero. Contrario a tal tesis, Nicaragua aduce que tal punta, es un área, parte de lo que ella identifica como isla Harbour Head, que según los laudos de Alexander, es una sector demarcado como territorio nicaragüense, al cual se le debe restablecer el hito correspondiente.
El tercero, que se confunde con la delimitación de la frontera. En realidad ese trabajo fue resuelto, por el ingeniero estadounidense Edward Poter Alexander, quien hizo las mediciones necesarias para fijar los límites, en 1897 y 1898. Por tanto, lo que está pendiente, no es la delimitación fronteriza, sino, el trabajo de posicionamiento de los hitos o mojones en los tramos de la frontera que en la actualidad, así lo exijan. Tales posiciones geográficas son hoy fácilmente localizables, por medio del Sistema Global de Posición mediante satélite (GPS). Sin embargo, hasta la fecha Costa Rica se niega concluir (de 137 puntos identificados bilateralmente, solo ha querido certificar 17).
Ante el escenario planteado, no puedo concluir sin exteriorizar algunas dudas que la problemática me despierta. Uno, en la hipótesis de que la finca Aragón no se resulte ubicada geográficamente en territorio nicaragüense, como alude Nicaragua, estaríamos acaso ante una calculada maniobra de Managua, dirigida a conminar a la comunidad internacional a que obligue de una vez por todas a Costa Rica a ejecutar los Laudos de Alexander, fijando los hitos fronterizos?
Dos, si Nicaragua accede a retirar las tropas del territorio en litigio…, que garantiza que la OEA, obligue a Costa Rica a certificar y construir los hitos, que junto a la contraparte, identifico en la frontera y al revés, la situación siga igual que antes, perjudicando a Nicaragua?
Tres, en el evento de que los hitos fronterizos se logren establecer y resulte que efectivamente la finca Aragón se encuentre en territorio nicaragüense, como quedaría parada la OEA?
Por ultimo, con la aquiescencia de las Partes… estarían los Estados Unidos dispuestos a servir de garantes, de que una vez se acuerde el retiro de simultaneo de fuerzas armadas o de seguridad, se inicie de inmediato el establecimiento de los hitos fronterizos?
*Profesor Titular de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá