Salvador Montenegro Guillén, director del CIRA. (foto R. Arévalo)
Advierten especialistas en recursos hídricos
Los nicaragüenses gozan de una “excelente” calidad de agua potable, de acuerdo con especialistas, pero la antigüedad de las tuberías que distribuyen el líquido, la falta de mantenimiento en el sistema y el poco conocimiento técnico de los administradores de pozos, provocan que al final los ciudadanos consuman agua que muchas veces está contaminada.
“La calidad del agua en Nicaragua, en general, es de excelente calidad, y la que consume la población que está conectada a las redes domiciliares que son atendidas por Enacal, también felizmente en general, son de buena calidad; sin embargo en sitios específicos la calidad es afectada por varias razones. No porque el agua sea mala, sino porque existen dificultades con el sistema de las tuberías”, dijo a La Jornada el director del Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (CIRA), Salvador Montenegro Guillén, sin especificar los lugares.
El especialista agregó que, además de la antigüedad de las tuberías, los cortes de agua facilitan el deterioro en el sistema de distribución de agua.
La Jornada publicó ayer un reportaje en el que pobladores de diversos barrios de Managua reconocieron que el consumo de agua de las tuberías los ha enfermado.
“La infraestructura, recordemos, es la parte más costosa de desarrollar y es también la mas difícil de mantener. Cuando el agua falta en algunos barrios de Managua, recordemos que los tubos quedan vacíos durante un número de horas al día y al quedar vacíos, usualmente hay complicaciones, porque muchos de los tubos se encuentran fracturados o es una infraestructura vieja”, explicó Montenegro.
En efecto, fue en 1914 cuando, por primera vez, Managua contó con una adecuada red de cañerías de agua potable, la cual provenía de la laguna de Asososca, ubicada en el corazón de la capital.
En Nicaragua entre 73 y el 90 por ciento del suministro de agua proviene de fuentes subterráneas.
En la capital, la laguna de Asososca abastece a casi el 20 por ciento de la población y el otro 80 por ciento proviene de aguas subterráneas, indica un informe digital colgado en la página de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Enacal).
Datos de Enacal indican que Managua tiene 2 mil kilómetros de tuberías para agua potable y mil kilómetros de alcantarillado sanitario. De este último, las primeras redes se construyeron en 1926.
Algunos pobladores confirmaron a La Jornada que buscan métodos artesanales para filtrar el agua que sale de los grifos, como colocar un trapo para disminuir los sedimentos que contienen las viejas tuberías de agua que están por toda Managua.
Miembros de una de las cuadrillas de Enacal que opera en reparación de fugas, en el distrito V de Managua, aseguraron que a diario deben reparar las tuberías, por la fugas de agua.
“Atendemos entre 10 hasta 20 órdenes al día, por cuadrilla” dijo Alejandro Rodríguez, miembro de la cuadrilla número ocho de Enacal, de Managua.
Aguas buenas, sistema de distribución malo
Las aguas para consumo humano que tiene Nicaragua son aceptadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo esa calidad puede verse comprometida por las cañerías que se dañan por diversos factores.
“No es que el agua que consume la población no cumpla con los requisitos de calidad de agua adecuado. Es una situación que depende por la destrucción de infraestructura, recordemos que la cañería va bajo tierra y este es un sitio sísmico, entonces la tubería se fractura, se rompe” detalló el director del CIRA.
Fracaso por falta de mantenimiento
Por su parte, Francisco Ramírez, responsable del laboratorio Fisico-Químico del Agua de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), confirmó que Nicaragua cuenta con buena calidad del agua y tecnologías para el tratamiento de aguas, pero lamentó que todo ese trabajo “fracasa” por “falta mantenimiento y porque quienes manejan las plantas es un personal no calificado”.
En esa plantas, según Ramírez, deberían de estar trabajando “un ingeniero sanitario, especialista en hidráulica; un ingeniero químico, que maneje procesos; y un químico para que vea la caracterización del agua. Pero desgraciadamente en nuestro país no queremos pagar a nuestros profesionales un salario”.
La curadilla de Enacal explicó
que los tubos rotos se dan todos los días.
El racionamiento de agua
Por lo general, el racionamiento es utilizado para “economizar” el agua, sin embargo eso provoca al mismo Estado una extra responsabilidad, ya que al no haber agua los pobladores se enferman y las tuberías se rompen.
La curadilla de Enacal consultada por La Jornada, aseguró que en el distrito V de Managua la población se queja más por los racionamientos de agua, ya que “no les avisan las horas que pasarán sin el servicio de agua potable y porque no les dan chance de recoger agua”.
Rodríguez, quien se encontraba tomando un descanso tras arreglar una tubería en el barrio Farabundo Martí, aseguró que ante tanta demanda por tubos rotos no dan “abasto a la demanda que hay”.
La capital está conformada por siete distritos y por cada uno existen ocho cuadrillas, conformadas por el mismo número de integrantes, indicó.
En un sondeo realizado por el Diario La Jornada en diversos barrios de Managua, los pobladores coincidieron en que los racionamientos de agua deberían de darse sólo en horas de la madrugada y no durante el día, como es la costumbre.
Martha Gómez, vive en el barrio Ducualí.
Pobreza empeora la situación
Los recipientes para recolectar agua en Managua son tan comunes como tener un lavandero en casa, sin embargo algunas familias -por los escasos recursos económicos- se ven totalmente perjudicadas ante los racionamientos.
Martha Gómez, habitante del barrio Ducualí, se dedica a lavar y a planchar ropa. Su ganancia al mes no supera los mil córdobas (50 dólares), por lo cual es incapaz de comprar los productos básicos.
Es por eso que Gómez y su familia, quienes viven en una humilde vivienda de madera, ni siquiera pueden comprar recipientes adecuados para el acopio de agua y poder enfrentar así los racionamientos. La necesidad los ha obligado a utilizar botellas de vidrio para colectar agua.
“Nosotros no tenemos recipientes en qué llenar agua, porque no tenemos para comprar. Imagínate, si una tina medio grande vale trescientos córdobas, ¿con qué vamos a pagar?, lo que hacemos es recoger botellas de coca-cola y con eso recogemos”, dijo Gómez encogida de hombros.
El racionamiento del agua en el barrio Ducualí dura la mayor parte del día.
Elda Escobar, responsable del Laboratorio Microbiológico del Agua CIEMA-UNI, señaló que la población -ante la urgencia de recolectar agua para el consumo- puede efectuar prácticas no higiénicas, facilitando que se enfermen.
“La misma agua de consumo humano, que a lo mejor es guardada por los cortes de agua y no hay una debida manipulación, ayuda también a la contaminación del agua”, mencionó Escobar.
En las áreas urbanas del país, Enacal tiene bajo su administración 500 pozos, 24 fuentes superficiales y 15 galerías, con lo cual abastece a 500 mil usuarios. En Managua hay un millón de habitantes.
En San Judas, donde casi cien personas se enfermaron por consumir agua sucia, aseguraron que no llenan recipientes con agua.
“No me sirve de nada tener agua sucia acumulada, más bien me daña los enseres”, dijo Rebeca Jarquín, habitante del barrio San Judas, uno de los más populares de Managua.
Según el Consejo de Colaboración para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento (WSSCC), los Gobiernos constantemente dan “pobres excusas” para justificar la falta de abastecimiento de agua.
Una de esos pretextos es que “el problema es la escasez de agua”, sin embargo la WSSCC sostiene que “no es cierto”, porque “la mayoría de las ciudades en las que viven numerosas personas sin agua corriente y sin acceso, son ciudades que disponen de agua abundante, y en las ciudades con escasez de agua la población más favorecida rara vez sufre restricciones”.