WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció ayer que los votantes norteamericanos fueron el martes a las urnas muy "preocupados" por la economía y, aunque lamentó que le hayan dado una "paliza", se declaró listo para trabajar con la oposición republicana.
En las elecciones de "medio término" del martes, los republicanos recuperaron la mayoría en la cámara de diputados y obtuvieron una ganancia neta de seis bancas en el Senado, recortando fuertemente el control demócrata en ese recinto.
Los republicanos arrebataron además a los demócratas las gobernaciones de Pennsylvania y Ohio, entre otros importantes estados del país.
En una conferencia de prensa realizada esta mañana, los dirigentes republicanos se apresuraron a calificar el resultado de los comicios como un "referendo" sobre las políticas del gobierno del presidente.
En tanto, en su propia rueda de prensa, en la Casa Blanca, Obama reconoció que los votantes fueron a las urnas preocupados por la economía y lo castigaron por no haber hecho "los progresos suficientes" para terminar de remediar el impacto de la crisis financiera y la recesión.
Vistiendo un saco oscuro, camisa blanca y corbata roja, un Obama sereno y medido admitió que "no hay duda de que la preocupación número uno de la gente es la economía, y que lo que ellos expresaron fue una gran frustración porque no hicimos los progresos suficientes en la economía".