Los 33 mineros fueron sacados en menos de 24 horas. (foto ansa)
El mundo se une a su alegría
COPIAPO, CHILE.- Con la llegada a la superficie de Luis Urzúa se completó en menos de un día el rescate de los 33 mineros que permanecieron 70 días atrapados a 700 metros de profundidad en la mina San José en Copiapó, en el norte de Chile.
Urzúa llegó a la superficie a las 21.55 (00.55 GMT) mientras en el fondo del pozo permanecen los seis rescatistas que fueron descendiendo para ayudar a los mineros a salir a la superficie y van a ascender de a uno tras la salida del último minero.
El presidente Sebastián Piñera recibió a Urzúa a la salida de la cápsula con las palabras: "Recibo su turno y lo felicito por cumplir con su deber, saliendo al último", y pidió que todos entonaran el himno nacional, tras el cual gritó el popular "!Viva Chile mierda!".
En el campamento Esperanza se abrieron botellas de champaña y se inició el festejo que se confundía con la emoción por un operativo que superó todas las expectativas al realizarse en menos de 24 horas y rescatar a "todos ilesos", como dijo el ministro Laurence Golborne.
Los rescatistas, encabezados por el jefe de la operación, el ingeniero de la división El Teniente de la estatal Corporación Nacional del Cobre, André Sougarret, no podía contener la emoción al aguardar la llegada de Urzúa, el estricto jefe de turno, el único a través del cual se daban las instrucciones.
El último rescatado es topógrafo e impresionó a las autoridades por su capacidad de organización y manejo grupal al lograr mantener unido a los mineros y sobrevivir los 33 con dos cucharadas de atún, leche y agua durante los 17 días en que no hubo contacto alguno con ellos.
Fue el periodo más difícil, entre el 5 y el 22 de agosto. Ese día sintieron las sondas de máquinas excavadoras e hicieron saber al mundo en un sencillo mensaje que "estamos todos bien en el refugio los 33".
El presidente Sebastián Piñera elogió esta hazaña "hecha a la chilena" pero que contó con los más altos adelantos tecnológicos tanto para las excavaciones como para concretar el rescate.
Contó además que presidentes de distingas partes del mundo lo llamaron para desearle éxito en esta histórica hazaña y afirmó enseguida que "hoy este país está más de pie que nunca por este verdadero ejemplo que nos han dado nuestros mineros, nuestros rescatistas, los familiares, nuestros carabineros".
Los 33 mineros fueron sacados en menos de 24 horas mediante una cápsula -muy parecida a una nave espacial- que fue introducida en un ducto que excavaron con una máquina de origen estadounidense -la Schramm T130- durante 33 días.
A las 02.19 GMT de hoy bajó el primer rescatista, el experto de Codelco, Manuel González, quien fue el primero en abrazar a los mineros, entre ellos un ex compañero del fútbol profesional, Franklin Lobos.
Un segundo rescatista, con experiencia en enfermería bajó enseguida y ahí se subió al primer minero, Franklin Avalos, quien llegó a la superficie a las 00.08 GMT y que provocó escalofríos entre los familiares al comprobar el éxito de la misión San Lorenzo: rescatarlos a todos con vida.
De un tiempo inicial de 45 minutos por cada minero se pasó en las últimas horas a 30 minutos, con lo cual se acortaron los plazos previstos inicialmente para culminar la tarde del jueves.
Un familiar elegido por los mineros los aguardaba a la salida del pozo junto al presidente Piñera, el ministro Golborne, el jefe de los rescatistas, André Sougarret, entre otros.
Los mineros bajaban con unos lentes especiales que les evitaba el paso de los rayos ultravioletas. Luego de un chequeo médico eran trasladados a un hospital de campaña levantado en el mismo lugar para reunirse después con tres familiares en contenedores preparados para esta ocasión.
Transcurridas unas dos horas fueron llevados de a cuatro en helicóptero al Hospital regional de Copiapó y según el ministro de Salud, Jaime Mañalich, de los 22 que habían llegado hasta las 23.00 GMT todos estaban en buenas condiciones, salvo Mario Gómez, el mayor del grupo, que tenía una neumonía.
La jornada estuvo llena de momentos muy emocionantes y transmitida en directo a todo el país. Además fue seguida por unas mil millones de personas y acaparó las portadas de toda la prensa internacional. Unos 2.000 periodistas llegaron hasta la mina San José para cubrir el histórico suceso.
En Copiapó y a lo largo de todo el país se vive un ambiente festivo.