“Ahora es hora de pasar la página”. (foto Cortesía)
Quedarán todavía 50 mil soldados pero saldrán hasta en diciembre del 2011
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró oficialmente la finalización de la guerra en Irak que fue iniciada desde el año 2003 por su antecesor el Republicano, George Bush. La guerra más larga después de la Segunda Guerra Mundial llegó a su culminación. Obama dijo que “ahora es hora de pasar la página”. Llamó a los ciudadanos norteamericanos a una de sus principales responsabilidades que es la reparación de la economía.
Obama, quien accedió al poder por el Partido Demócrata, fue heredero de la guerra de Bush y enfrenta otro conflicto en Afganistán, dijo cumplía la promesa de campaña que hizo en 2008 de poner fin a las operaciones de combate estadounidenses en Irak y que "el pueblo iraquí ahora tiene la responsabilidad de la seguridad de su país". El primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, dijo que su país "hoy es soberano e independiente".
"Esta noche, insto a los líderes de Irak a avanzar con urgencia para formar un Gobierno que sea justo, representativo y responda al pueblo iraquí", dijo Obama.
El mandatario, fue desde un inicio un opositor de la guerra en Irak pero dijo que habló antes con Bush por teléfono. Se abstuvo de elogiar a Bush, como los republicanos habían exigido, por comenzar una estrategia de incremento de tropas en 2007 que hizo cambiar el equilibrio en la guerra.
"Es bien sabido que él y yo estuvimos en desacuerdo sobre la guerra desde un comienzo. Pero nadie puede dudar del apoyo del presidente Bush a nuestras tropas, o su amor al país y su compromiso con nuestra seguridad", dijo Obama.
La situación en Irak causa recelo en muchos dado que la fuerza militar estadounidense quedó reducida cuando la violencia continúa y siguen estancados los esfuerzos para formar un nuevo Gobierno, seis meses después de unos comicios que no arrojaron un claro ganador.
La invasión a Irak por Estados Unidos en el año 2003 generó gastos por un billón de dólares en el conflicto. La muerte de más de 4.400 militares estadounidenses y más de 100.000 civiles iraquíes que murieron en el conflicto. La guerra a Irak fue lanzada porque supuestamente el presidente depuesto Saddam Hussein poseía armas químicas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas.
Ahora los norteamericanos en una encuesta reciente de la cadena televisiva CBS News determinó que un 72 por ciento de los ciudadanos cree ahora que la guerra no valió la pérdida de vidas estadounidenses.
El punto muerto en Irak ha incrementado las tensiones mientras los políticos negocian un acuerdo y los insurgentes llevan a cabo ataques que buscan socavar la fe en las fuerzas de seguridad locales.
También comparó la escalada militar en Irak ordenada por Bush con la que él ha ordenado en Afganistán. No obstante, aseguró que las tropas adicionales en Afganistán estarán allí “por tiempo limitado para dar espacio a los afganos a que fortalezcan su capacidad y aseguren su propio futuro”.
Casi diez años después de la guerra en Afganistán, iniciada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU., Obama dijo entender el escepticismo en torno a la misión militar en ese país, pero enfatizó que Al Qaeda “continúa conspirando contra” el pueblo estadounidense, “y sus líderes permanecen anclados en la región fronteriza de Afganistán y Pakistán”. Agregó que EE.UU. podrá canalizar los recursos necesarios “para ir a la ofensiva” en Afganistán, en la que ahora es la guerra más prolongada de este país desde el conflicto en Vietnam.
Consciente de que la economía se perfila como el asunto más acuciante de los estadounidenses de cara a los comicios del próximo 2 de noviembre, Obama expresó que ahora su “responsabilidad central” es restaurar la salud de la economía en EE.UU.