Pese a que en Nicaragua no existen maras sólo padillas juveniles, la Policía Nacional y el Ejército mantendrán sus campanas de alerta ante la nueva “ley de maras” que El Salvador aprobó para encarcelar a estos grupos antisociales.
El anunció lo realizó el portavoz de la autoridad castrense, coronel Juan Ramón Morales, quien aseguró que “como parte de sus planes de defensa y de seguridad nacional (mantiene) el despliegue de fuerzas a lo largo de las fronteras con los países vecinos”.
Con este plan permanente de seguridad en el campo y despliegue operacional aeronaval, permitirá que “a través del patrullaje de nuestras fronteras, conocer de los accesos o puntos fronterizos legales para el control migratorio de la población extranjera que ingresa a nuestro país”, sostuvo Morales.
Los países de la región centroamericana se mantienen “alarmados” con dicha normativa porque prevén que las maras, en busca de refugio, se desplazarán a los países vecinos, donde tratarán de formar nuevos grupos.
Datos de la dirección de asuntos juveniles (DAJUV), indican que el año pasado se capturaron a cuatro presuntos integrantes de maras quienes fueron deportados.
La policía nicaragüense desarrolló programas para erradicar a las pandillas juveniles en Nicaragua que no cuentan con el nivel de organización ni la asociación con el crimen organizado internacional.
La “ley de proscripción de maras y asociaciones de naturaleza criminal en El Salvador” entró en vigencia el pasado fin de semana.