Doña Leonor Gómez. (foto Z. Garméndez)
El que tiene una pulpería vive esclavizado
Es conocida en todo Jinotepe, Departamento de Carazo en Nicaragua, Centroamérica. Tiene una pulpería que atiende servicios relacionados con la producción de pan, queques y otros menesteres. Lleva una vida intensa en ese negocio que se le hicieron de 66 años de los 76 de vida que tiene. Se trata de Doña Leonor Gómez. Una excelsa ciudadana de Jinotepe, una nicaragüense ejemplar como pequeña empresaria, madre y abuela.
¿Qué significa este negocio doña Leonor?
Es de mucho sacrificio y hay que estar velando por él para no verse tan enredada. Comencé joven cuando tenía 18 años que es cuando nacen mis primeros hijos entre ellos mi primer hijo Eduardo Gómez Conrado.
Para empezar con mi pulpería tuve que salir de donde mi tía que mucho me sacrificaba. Tenía 16 años de edad. Comencé vendiendo nacatamales que es una comida típica de los nicaragüenses a base de maíz combinada con cerdo, papas, tomate, yerbabuena, arroz . Empecé en una esquina ofreciendo pequeñas cosas y pasé muchos sacrificios. “valió la pena porque el señor me mandó esta limosna que es esta casa donde estoy trabajando”, sostiene.
¿Cómo se siente?
En ley y en confianza le digo que ya me siento aburrida después de 66 años de estar trabajando continuamente. El que tiene una pulpería vive esclavizado. No tiene tiempo para nada y no hay horario. Yo abro el negocio a las 6 de la mañana y lo cierro alas 6 de la tarde.
Esto es una situación muy cierta. El vecindario esta pendiente del pulpero. Si tiene cerrado o tiene abierto el negocio. Es un parámetro, una referencia del barrio, si abrió o esta cerrada la pulpería.
¿Qué le recomienda a las personas que tengan negocios de pulpería?
Aquellos que quieran tener algo similar? Primero tienen que ser atentos y sonrientes con los clientes. Si no hay cortesía lo clientes se van y no los vuelven a visitar. Deben de hacer cuentas todos los días de las entradas. Ser buenos auto administradores.
¿Cómo hace el inventario?
Mi hijo Eduardo se encarga de esos menesteres cada año. El diario lo llevo regulado. Después de las seis de la tarde me voy a ver las noticias, luego me duermo pero antes me encomiendo a Dios.
A mi me motivó el hecho de ser pulpera porque siempre quise que mis hijos tuvieran una mejor vida de estudios y preparación como fue mi vida de limitaciones al iniciar mi negocio, dijo doña Leonor Gómez una profesional de la pulpería.
¿Qué es una Pulpería?
El diccionario de Wikipedia dice al respecto para ilustración de los lectores del Diario LA JORNADA en el sitio de internet www.lajornadanet.com: “La pulpería era hasta inicios del siglo XX el establecimiento comercial típico de las distintas regiones de Hispanoamérica encontrándose ampliamente extendida desde centro América a los países del cono sur. Su origen data de mediados del siglo XVI, y proveía todo lo que entonces era indispensable para la vida cotidiana: comida, bebidas, velas (bujías o candelas), carbón, remedios y telas, entre otros.
También era el centro social de las clases humildes y medias de la población; allí se reunían los personajes típicos de cada región a conversar y enterarse de las novedades. Las pulperías eran lugares donde se podía tomar bebidas alcohólicas, se realizaban riñas de gallos, se jugaba a los dados, a los naipes, etc.
Los establecimientos eran una viva expresión de la cultura local, como en el caso rioplatense en donde solían contar con una o dos guitarras, para que los gauchos "guitarreasen" y cantasen o se organizaran payadas y bailes entre los parroquianos.
Existen tres teorías conocidas del término.
Origen en la palabra "pulpería"
Para algunos autores, su significado se relaciona con pulpo, siendo así que según el inca Garcilazo de la Vega, cronista mestizo peruano del siglo XVI, el nombre de los "pulperos" era atribuido a los más pobres vendedores, porque en la tienda de uno de ellos hallaron vendiéndose un pulpo .1 Otros autores sostienen que el nombre podría haberse originado en la creencia que en estos establecimientos se vendieran (pulpo a la gallega), cuando en realidad se originaría en la venta de pulpas de frutas, más probable es que sea una mutación de la palabra pulquería2 ; en el México colonial los lugares donde se expendía el pulque recibían ese nombre y solían cumplir las mismas funciones que las pulperías sudamericanas, que la palabra haya mutado de pulquería a pulpería se explica fácilmente: fuera de México el pulque era casi desconocido o totalmente desconocido en cambio se conocía y se conoce la palabra pulpo, aunque casi ninguna "pulpería" haya nunca expendido pulpo -en todo caso pulpa de carne vacuna-.
Origen en la diversidad de productos que se vendían
Una tercera y muy dudosa teoría aduce que el término "pulpería" venía del hecho de que como estos locales comerciales tenían todo tipo de artículos, el encargado tenía que actuar con sus manos "como un pulpo" para manejar todos los pedidos que se le hacían. Esta teoría es la más improbable de todas. Una cuarta teoría de este termino surge de la venta de varios artículos como el polirubro, el cual fue tomado por la palabra pulpería por la denominación del uso de varios tentáculos del pulpo relacionado con el uso de los varios artículos que vendían en estas instalaciones
Pulperías por países
Las pulperías eran muy comunes en las zonas rurales y semirrurales del virreinato del Rio de la Plata, en algunos casos el pulpero atendía detrás de una reja de hierro o de madera, para protegerse de los asaltantes y de las riñas que se producían en el lugar ya que era común que los gauchos sostuvieran duelos criollos, por el amor de una mujer o cualquier otra rencilla personal, que se libraban con armas blancas (llamadas facones). Además de las actividades comunes a toda pulpería también eran usuales los juegos de bochas, y de la taba (juego que consistía en tirar la taba que es el astrágalo de la vaca, y según como caiga al suelo daba ganador o perdedor (en este último caso cuando caía de culo).
También se organizaban carreras de caballos llamadas cuadreras, realizándose apuestas (llamadas pollas) que habitualmente culminaban en peleas entre los clientes.
Perú
La existencia del pulperías en el Perú se encuentra documentada desde mediados del siglo XVI, existiendo en zonas tanto rurales como urbanas, en ellas se vendían toda clase de géneros pero se caracterizaban primordialmente por la venta de licores como vino, pisco, ron y otros aguardientes; el jurista Gaspar de Escalona y Aguero en su obra "Gazophilatium regium Peruvicum..." (publicada a mediados del siglo XVII) señalaba que "Pulperías son en el Perú, tiendas, mesones o tabernas donde se venden algunos mantenimientos, como son vino, pan, miel, queso, manteca, aceite, plátanos, velas y otras menudencias".
En la Memoria que el virrey Juan de Mendoza y Luna Marqués de Montesclaros, entregaba a su sucesor le recordaba que "También se prohíben por ordenanza las tabernas o bodegones en la ranchería de indios. Llamadlas acá pulperías."
A mediados del siglo XIX la pulpería era el típico establecimiento establecido por los inmigrantes italianos llegados al Perú, estas pulperías italianas abundaban en el Callao, Tacna, Moquegua, Arica y otras ciudades y villas del país. A principios del siglo XX el término quedo reducido para hacer referencia a los establecimientos de comercio minorista hasta que paulatinamente fue dejándose de lado por el de bodegas, almacenes, tiendas o casas de importación, y en el caso de las que vendían licores y comidas, restaurantes o bares.
Centroamérica
Aunque en algunos países de América del Sur el término ya no es tan común, en Centroamérica, el término es muy actual y estos establecimientos se cuentan por miles, por ejemplo en Costa Rica hay unas 18 mil pulperías, en Guatemala 150 mil, Nicaragua 120 mil y otros se cuentan en varias decenas de mil. En el México DF existen más de 650 mil, Colombia 400 mil, Brasil 800 mil. Existen 3 tipos de Pulpería: La Pulpería de Mostrador, la Pulpería de Ventana y la de kiosko. En la primera existe un mostrador como barrera entre el pulpero y sus clientes. El Pulpero atiende y vende con sus manos sobre un mostrador. En la de ventana el pulpero atiende y vende a través de una ventana en una pared del local, muchas veces por motivos de seguridad. El kiosko es un establecimiento en un lugar público donde el cliente puede darle la vuelta y normalmente venden periódicos, flores, snacks, refrescos, cigarros, entre otros.
A comienzos del siglo XX el término pulpería fue cayendo en desuso en gran parte de América, la mayor parte de las pulperías en el Cono Sur fue substituida por establecimientos con funciones parcialmente similares: los almacenes de ramos generales y los boliches.
En Centroamérica, en cambio, el término "pulpería" se sigue usando y es muy común para pequeños establecimientos o tiendas que venden bebidas, azúcar, cigarrillos, etc... Las pulperías se encuentran generalmente, pero no únicamente, en los barrios o vecindarios más pobres de las ciudades centroamericanas ya que venden artículos fraccionados, es decir, porciones muy pequeñas para su consumo diario; por ejemplo, se venden los cigarrillos por unidad.
Grandes cadenas de fabricantes de productos para el hogar se han dado cuenta del potencial de este tipo de comercio minorista y han desarrollado versiones más pequeñas de sus productos, destinando su venta en pulperías, como sobres de champú o acondicionador de 1 o 2 onzas entre otros.