(foto ansa)

MADRID Y LONDRES. - El grupo separatista vasco ETA anunció una tregua, sin precisar duración, para favorecer un "proceso democrático" y expresa que "el cambio político es posible" si el "gobierno de España tiene voluntad".

Tras conocerse el contenido del compromiso de ETA, el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó por teléfono al dirigente de la oposición Federico Trillo, del Partido Popular, para informarlo.

El video del mensaje leído por una mujer, acompañada por dos hombres, todos con los rostros cubiertos, fue enviado a la cadena británica BBC y publicado por el diario separatista vasco Gara.

El Partido Nacionalista Vasco consideró que el anuncio "no es el que le debe a la sociedad vasca" y la Izquierda abertzale, en cambio, habló de "aportación incuestionable" a la paz.

ETA había declarado una tregua permanente en marzo de 2006, ofrecimiento que fue rechazado por el jefe del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero después que una bomba colocada en el aeropuerto de Madrid mató a dos ciudadanos ecuatorianos inmigrantes.

En el video, dirigentes etarras dijeron que "no harán ataques armados" en su campaña por la independencia del país vasco.

La decisión de la tregua, agregaron, fue tomada "hace varios meses" y fue sometida a un "proceso democrático".

El gobierno de Zapatero siempre sostuvo que negociaría con ETA sólo si este grupo independentista renunciaba a la lucha armada.

El grupo armado afirma que "el cambio político es posible" y asegura su "compromiso con una solución democrática para que, a través del diálogo y la negociación, los ciudadanos vascos podamos decidir nuestro futuro de forma libre y democrática".

"Si el Gobierno de España tiene voluntad, ETA está dispuesta, hoy igual que ayer, para acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático", añade.

Para la Izquierda vasca el ofrecimiento de ETA es "unilateral e indefinido", y lo calificó de "aportación incuestionable" a la paz, durante una conferencia de prensa convocada en San Sebastián.

En ese sentido, la dirigencia instó a "la corresponsabilidad" de todos los sectores políticos, sindicales y sociales, a los gobiernos de España y Francia, y a la comunidad internacional.