Presidente Ortega durante actividad inauguración de el parque industrial Masaya zona franca siglo 21. (foto J. Cajina)

Acusó que el FMI "quiere meter las narices por todos lados"

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, defendió el bono solidario que se entrega a más de 136 mil empleados públicos ante aparentes cuestionamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ortega, durante una actividad púbica en la que inauguró una planta maquiladora, dijo que el organismo multilateral “no tiene porqué descalificar lo que es una acción solidaria de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA)”, que financia el bono de unos 25 dólares que en córdobas serían unos 529 pesos.

Según señaló el mandatario con el se pretende “mejorar la capacidad adquisitiva” de maestros, trabajadores de la salud, empleados ministeriales y de entes autónomos, policías y soldados del Ejército Nacional.

"Quiero expresarlo con claridad. Este bono, que lo anunciamos el primero de mayo de este año, es un bono que no le significa ninguna carga al presupuesto de Nicaragua, no le resta al presupuesto (general de Nicaragua) ni un centavo ni tiene que ver nada con las negociaciones con el FMI", refutó el gobernante.

El bono denominado "cristiano y solidario", según explican funcionarios afines al Gobierno sandinista, proviene de la cooperación venezolana que vende a Nicaragua petróleo y sus derivados en condiciones preferenciales.

Y todos los fondos que provienen de la factura petrolera con Venezuela no pasan por una debida aprobación ante la Asamblea Nacional, sino que pasa directamente a manos del gobernante Frente Sandinista a través de empresas privadas que son las que financian el bono solidario.

Para Ortega el FMI "quiere meter las narices por todos lados" e insistió en que la decisión de inyectar a la economía local fondos adicionales fuera del presupuesto nacional "es una decisión soberana" de las empresas (del ALBA) "y por tanto no tienen porqué rendirle cuentas al FMI".

En el mismo mes, que el mandatario anunció la entrega del bono, causó “desconfianza” al Fondo Monetario quien suspendió la cuarta y quinta revisión de un programa que ha desembolsado al Presupuesto General de la República 72 millones de dólares.

El presidente habló fuertemente del FMI en momentos en que una misión del organismo se encuentra en el país para “negociar” los próximos desembolsos 60 millones, que están pendientes, y solicitar “prorroga” para el programa, debido a que en octubre próximo concluye.