La inestabilidad atmosférica se mantiene en ambos países ocasionando fuertes lluvias que no han cesado de ocasionar grandes daños y creando zozobra entre los pobladores de algunas regiones.
En el caso de Venezuela, Las incesantes lluvias que caen desde la madrugada de ayer lunes en el Sur del Lago de Maracaibo provocaron el desbordamiento del río Mucujepe en el municipio Francisco Javier Pulgar, y de los caños El Jobo y El Pitare, lo que ha dejado en total unas 700 familias afectadas en esa región.
Más de 520 familias están siendo desalojadas vía aérea del municipio Francisco Javier Pulgar, uno de los ocho que se han visto afectados por las lluvias, y en los cuales el Gobierno nacional desplegó la maquinaria pesada para atender la contingencia. De acuerdo a los reportes recibidos desde el Zulia, las lluvias de las últimas horas han obligado a cerrar el paso de la Troncal 7 que comunica con Mérida y se estima que esta situación se prolongue por 48 horas.
Al menos 60 familias quedaron sin techo en el suroeste de Colombia, luego que una avalancha de lodo provocada por los aguaceros de los últimos días arrasó con sus casas, informaron hoy autoridades locales.
La muerte de cinco personas en el departamento de Nariño (sur) elevó hoy a nueve la cifra de fallecidos por deslizamientos de tierra asociados a los aguaceros que afectan el país, el desprendimiento ocurrido en la localidad de Toribío, departamento de Cauca, causó en la zona apagones y barrió con grandes extensiones de cultivos.
El alcalde de ese municipio, Carlos Alberto Banguero, dijo que el fenómeno ocurrió la víspera tras el desbordamiento del río Tominió y obligó la evacuación preventiva de casi 200 habitantes, en su mayoría indígenas.
El departamento de Cuaca y otras nueve provincias colombianas están bajo alerta roja por las intensas lluvias asociadas a la presente ola invernal, la cual continuará hasta mayo.
De acuerdo con el jefe de la Dirección de Gestión de Riesgo, Carlos Márquez, 11 personas murieron y varias resultaron heridas desde el fin de semana por los deslaves en diferentes zonas de esta nación suramericana.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales aseguró que las precipitaciones de principios de abril duplicaron el promedio histórico mensual en ciudades como Bogotá, Neiva, Ibagué y Medellín por el impacto del fenómeno de La Niña.
Por su parte en Venezuela, la interacción entre una vaguada en la media y alta tropósfera al noroccidente del país y una línea de confluencia de vientos en la baja tropósfera, ubicada al oriente del país, generan nubosidad estratiforme con lloviznas y lluvias dispersas sobre la zona norte costera y gran parte del territorio nacional.
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