Manuel Zelaya ex presidente de Honduras. (foto archivo)
Estados Unidos apoya la readmisión de Honduras a la OEA
TEGUCIGALPA.- El Departamento de Estado norteamericano favorece la impunidad del golpe militar en Honduras y obstaculiza, con sus posiciones parciales, la restauración del estado de derecho y la reconciliación, afirmó el ex presidente Manuel Zelaya.
El ex gobernante, derrocado en junio de 2009 por un golpe de estado militar, envió una carta al Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) desde la República Dominicana, donde está exiliado desde enero de 2010.
En la carta informó sobre el proceso de mediación de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Juan Manuel Santos, para la búsqueda de una salida a la crisis política hondureña.
La mediación surgió en la reunión que Chávez y Santos sostuvieron con el gobernante hondureño, Porfirio Lobo, el 9 de abril pasado en Cartagena de Indias, Colombia, y con las respectivas consultas a Zelaya para su aceptación.
Zelaya opinó que la mediación de Venezuela y Colombia "es un espacio adecuado para plantear la situación de los derechos humanos de las víctimas del golpe, así como los graves problemas generados por el golpe de Estado".
Señaló que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, afirma constantemente que en Honduras "ya se han cumplido todos los requisitos" para que reingrese a la Organización de Estados Americanos (OEA), mientras que el subsecretario, Arturo Valenzuela, repite que "para la restauración del estado de derecho no basta con las elecciones", realizadas en noviembre de 2009.
Hillary Clinton llamó por teléfono el viernes pasado al presidente Lobo para manifestarle que Estados Unidos apoya la readmisión de Honduras a la OEA.
Zelaya, coordinador general del Frente Nacional de Resistencia Popular, reiteró los cuatro "puntos irrenunciables" para la restauración del sistema democrático y la reincorporación de Honduras a la OEA: la convocatoria por plebiscito a la asamblea nacional constituyente, el inmediato retorno de exiliados, el respeto irrestricto a los derechos humanos y el reconocimiento del FNRP como fuerza política.