Osama Bin Laden. (foto Internet)
Reflejan cables de WikiLeaks
LONDRES.- Un miembro del grupo Al-Qaeda acusado de haber puesto bombas en 2002 en iglesias cristianas y en un hotel de lujo en Pakistán trabajaba por entonces para los servicios secretos británicos, según documentos confidenciales filtrados por el sitio de Internet Wikileaks.
De acuerdo al cable secreto, el argelino Adil Hadi al Jazairi Bin Hamlili, capturado en Pakistán en 2003 y luego enviado a la prisión estadounidense de Guantánamo, en Cuba, trabajó como "facilitador, enviado, secuestrador y asesino de Al-Qaeda".
Los detectives que interrogaron a Bin Hamlili en Guantánamo indicaron que el hombre escondió información de importancia a los servicios de Inteligencia de Gran Bretaña y Canadá y fue "una amenaza a Estados Unidos y el personal aliado en Afganistán y Pakistán".
Los documentos confidenciales, que publicaron hoy los periódicos The Guardian y Daily Telegraph, también indican que al menos 35 "terroristas" detenidos en Guantánamo fueron radicalizados por clérigos extremistas en el Reino Unido.
Abu Qatada y Abu Hamza fueron identificados en los cables como principales reclutadores de extremistas, además de haber sido responsables por enviar a una veintena de jóvenes de todo el mundo a luchar contra "el enemigo occidental" en Pakistán y Afganistán.
Wikileaks reveló más de 700 cables vinculados con el centro de detención de Guantánamo.
Inocentes encarcelados en Guantánamo
Por otro lado, el penal norteamericano de Guantánamo, en Cuba, fue usado para encarcelar a acusados de terrorismo pero también a 150 personas inocentes, incluso ancianos y niños, en tanto fueron liberados prisioneros de "alto riesgo", según revelaciones de Wikileaks.
La organización de Julian Assange distribuyó casi 800 documentos militares secretos sobre los detenidos en la base, fechados entre 2002 y 2009.
Las informaciones fueron publicadas por el Washington Post y el Daily Telegraph, entre otros medios "asociados" a Wikileaks. The New York Times, que tuvo problemas con Assange, obtuvo los documentos de otra fuente bajo la condición de anonimato y los compartió con The Guardian.
Los documentos proporcionan los estudios de inteligencia sobre casi todos los 779 detenidos en Guantánamo desde 2002. Los analistas habían creado perfiles de cada prisionero basándose en las indicaciones de inteligencia y lo obtenido en los interrogatorios.
Sin embargo, ningún archivo menciona las técnicas de interrogatorio más cuestionadas, como el "waterboarding" ("submarino" o asfixia por inmersión), las posturas forzadas y la privación del sueño, todo lo cual derivó en múltiples denuncias de aplicación de torturas.
Los prisioneros son clasificados según el "valor" que tienen para los servicios de inteligencia y la "amenaza" que se les atribuía en caso de liberación: "alta", "media" o "baja".
Pero el Telegraph afirma que entre ellos había 150 personas inocentes, además de "algunos de los terroristas más peligrosos del mundo", como es definido Khalid Sheikh Muammad, considerado el cerebro de los atentados del 11 de septiembre.
Muammad dijo a sus interrogadores, según los archivos citados por el Telegraph, que Al Qaeda había ocultado en Europa una bomba nuclear lista para provocar un "cataclismo" en caso de que Osama bin Laden fuera muerto o capturado.
Al Qaeda también pensó en reclutar empleados el aeropuerto londinense de Heathrow para un atentado, y consideró arrojar cianuro en los conductos de aireación de edificios públicos norteamericanos.
Según el semanario alemán Der Spiegel, Muammad había formado dos células para preparar el ataque en Heathrow y preveía secuestrar un avión poco antes del despegue del aeropuerto londinense para hacerlo estrellar en una de las terminales.
Los documentos también afirman que el 11 de septiembre de 2001 la cúpula de Al Qaeda estaba reunida en la ciudad paquistaní de Karachi, y allí siguió, desde una casa particular, los atentados en Nueva York y Washington.