Lluvias son extrañas en el país por el tipo de clima. (foto C. Pérez)
Algunos catalogaban que era “el fin del mundo”, pero no hay que alarmarse
Este miércoles cayó en Nicaragua la primera lluvia que anuncia la venida del invierno, pero lo inusual de este ciclo natural es que las gotas no eran de agua sino era granizo, este fenómenos se acompañó por dos sismos al sur del lago de Managua, lo cual alarmó a las personas.
En las redes sociales algunos nicaragüenses catalogaron los eventos como “el fin del mundo”, pero el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) solicitó a la población mantener la calma.
Alejandro Rodríguez, titular del INETER, explicó que el fenómeno ocurrió ante los intensos calores que provocaron una “fuerte evaporación y una nube convectiva que subió rápidamente y esto produjo un enfriamiento también muy rápido y como consecuencia se tuvo la granizada”.
INETER destacó que esta lluvia “rara” en el país, no tiene nada que ver con la estación lluviosa que está programada para el 20 de mayo.
Los temblores
En cuanto a los sismos, registrados una vez finalizada la lluvia de granizos, el representante de INETER dijo que hubo dos unos a las 6:30 p.m. y otro seguido a las 6:07 p.m.
Los dos movimientos telúricos fueron el primero de 2.8 y el segundo de 3.1 grados en la escala de Richter a una misma profundidad de 5.4 kilómetros, con epicentros en la zona del lago de Managua.
Aunque Rodríguez no quiso alarmar la población, dijo que existe “una inestabilidad en la corteza superior, porque estos sismos que se están dando son muy someros (superficiales)”.
Los enjambres de sismos han causado cierto temor en los nicaragüenses, especialmente en la capital, porque los mismos se han producido en la falla de Tiscapa, misma que causó el terremoto de 1972.
La Red Sísmica Nacional ha detectado unos siete sismos de menor intensidad y en Semana Santa se reportaron unos 70 movimientos telúricos.