Para protestar por la “ilegalidad” del mandatario Ortega
Sin previo aviso, un grupo de jóvenes, le cayeron de sorpresa al Consejo Supremo Electoral (CSE) para protestar contra la candidatura “ilegal” del presidente Daniel Ortega -que pretende reelegirse para un tercer período-, y manifestar su “desconfianza” al poder electoral.
Los jóvenes manifestantes sostenían algunos carteles que decían "Nicaragua no será sometida", "Consejo Supremo Electoral corrupto", "No soy pendejo", y una manta matriz colocada en un puente peatonal en el que acusaban a Ortega y al ex mandatario Arnoldo Alemán de robar del erario público el primero 12 mil 369 millones de córdobas y el segundo 2 mil 100 millones de córdobas.
La protesta dirigida por Israel Lewites -sobrino del fallecido alcalde de Managua y disidente sandinista Herty Lewites-, a los minutos contó con la presencia de jóvenes identificados como de la Juventud Sandinista (JS), quienes entonaron canciones del partido de gobierno.
“Estamos ejerciendo nuestro derecho cívico a la protesta y vamos a permanecer aquí”, dijo Lewites, asegurando que las protestas continuarán hasta el 6 de noviembre, fecha en la que se celebrarán las elecciones presidenciales.
Más de dos horas dilataron las protestas, que según sus protagonistas, no tienen partido “nuestro partido es Nicaragua, la legalidad, la justicia y la democracia. Estamos en contra de la candidatura inconstitucional del presidente Ortega”.
El actuar de estos jóvenes se produce, luego que en la marcha de la Sociedad Civil del pasado sábado, se les impidiera circular por su trayectoria establecida ya que para esa misma fecha y en ese mismo lugar la JS también realizaría una caminata denominada “por el amor, la paz y la vida”.
Los marchistas que asistieron para apoyar a los organismos civiles agrupados en la Unión Ciudadana por la Democracia (UCD), al intentar cruzar un cercado policial resultaron heridos así como los agentes policiales.
En la protestas de ayer, los jóvenes, subrayaron el artículo 147 de la Constitución Política que prohíbe la reelección en dos períodos consecutivos y por más de dos ocasiones. El mandatario nicaragüense gobernó por primera vez entre 1985 y 1990, y volvió a retomar el poder en enero de 2007.