TRIPOLI.- Fuerzas de la OTAN detuvieron ayer embarcaciones de grupos rebeldes cargadas con armas y ayudas humanitarias que se dirigían desde la ciudad libia de Bengasi a Misurata, mientras la Alianza dijo que fue destruida 30 por ciento de la capacidad militar de Muammar Gadafi.
El remolcador "Jelyana", de 26 metros de eslora y con 23 personas a bordo, fue interceptado hoy por una patrulla turca de la escuadra naval de la OTAN, encargada de aplicar el embargo de armas impuesto a Libia por Naciones Unidas. El transporte tenía diversas cajas de medicinas, alimentos de varios tipos, harina, azúcar, pasta, agua potable y pañales.
Pero también había en el interior morteros, granadas, cohetes antitanque, una gran ametralladora antiaérea, explosivos y municiones de distinto calibre, armas ligeras y pistolas. El bloqueo al barco es un hecho significativo porque hay potencias occidentales, como Estados Unidos y Francia, que interpretan que la resolución de la ONU habilita la provisión de armas a los rebeldes, tesis rechazada por Italia y por jefes de la OTAN.
El comandante del "Jelyana", Mustafa Ibrahim, relató que fue obligado a regresar luego de haber recorrido 65 de las 240 millas entre Bengasi y Misurata. Según su testimonio, otros dos barcos que estaban listos para partir de Bengasi fueron bloqueados.
Por ese motivo, un portavoz de los rebeldes opositores a Kadafi acusó a la OTAN de "dejar morir a los habitantes de Misurata".
"La OTAN se volvió nuestro problema", aseguró hoy el general Abdel Fattah Younes, ex ministro del Interior de Kadafi que se pasó de bando y fue nombrado en los últimos días jefe del "estado mayor" del Consejo Nacional de Transición.
A su juicio, "si la OTAN espera aún una semana no quedará nada en Misurata". Agregó que la Alianza Atlántica "se está moviendo con mucha lentitud y le permite a las fuerzas de Kadafi avanzar".