Material radioactivo está siendo despedido
continuamente en forma de nube desde Japón. (foto ANCA 24)
Científico aseguran que impacto será menor cuando llega a suelo americano
Las condiciones meteorológicas en relación con la dispersión de la contaminación radiactiva de Japón, han sido claves para entender sus desplazamientos.
Siendo los vientos, el parámetro meteorológico más importante en este caso, así como la presencia de altas o bajas presiones (lo que determinan los ascensos o descensos de aire), o como la existencia de precipitaciones pueden arrastrar desde la alta atmósfera estas partículas hacia el suelo.
En el seguimiento del comportamiento de estos vientos que han arrastrado las "nubes radiactivas", el Instituto Central de Meteorología y Geodinámica de Austria ha realizado un importante monitoreo, que soportado en simulaciones graficas ha permitido entender con bastante exactitud el desplazamiento de estas partículas de polvo y agua, es decir de vapor radiactivo que ya disperso por los vientos una parte de ellos se ha trasladado hacia la América del Norte, Centroamérica y Sur América.
Así mismo, una división de la Organización de Naciones Unidas (ONU) también calculó el posible movimiento de las “nubes radiactivas” que se movería por el Pacífico hacia Estados Unidos, México y Centroamérica. Estos científicos recalcan que la radiación se iría degradando mientras la nube viaja, lo que significa que su impacto será siempre menor cuando llega a suelo americano.
Pero igual aceptan, que la predicción asume que el material radioactivo está siendo despedido continuamente en forma de nube desde Japón y que la precipitación en América será, bien sea por gravedad o por lluvias o nieve, según el caso.
Estas proyecciones no entregan información respecto a los niveles mismos de radiación, sino que da una predicción de cómo probablemente se dispersaría el material. El movimiento fue calculado, basándose en los patrones de viento en el Océano Pacífico.
(*)Agencia de Noticias Canal Azul 24..