El gobierno del Japón dio a conocer un informe en el que reconoce que los empleados de la planta nuclear de Fukushima Dai–ichi no estaban preparados ante un desastre de la magnitud del tsunami del pasado 11 de marzo.
Japón admite que la respuesta a la crisis nuclear después del maremoto de ese día “fue confusa y estuvo llena de problemas, incluyendo la equivocada suposición de que el sistema de enfriamiento estaba funcionando y el retraso para dar a conocer las peligrosas fugas de radiación”, señala el reporte del día lunes.
La perturbadora imagen de trabajadores acosados y torpes y funcionarios del gobierno confundidos para responder a los problemas en la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi se vio detallada en el informe la investigación del gobierno.
Los datos de la averiguación de 507 páginas, recogido tras entrevistar a más de 400 personas, incluyendo empleados de la empresa y funcionarios del gobierno, encontró que las autoridades subestimaron groseramente los riesgos del tsunami, asumiendo que la ola más alta fue de seis metros (20 pies). Sin embargo, el maremoto golpeó a una altura de más del doble.
El informe critica el uso del término "soteigai", que significa "fuera de nuestra imaginación", lo cual implica que las autoridades estaban eludiendo la responsabilidad por lo sucedido. Agrega que al decir que los acontecimientos estuvieron más allá de lo esperado, los funcionarios provocaron la desconfianza del público. El detalle de la investigación estará preparado a mediados del próximo año 2012.